Ducharse es una acción que llevamos a cabo todos los días o casi, pero es casi seguro que cuando lo hacemos cometemos errores. A veces, nos dejamos llevar por comportamientos asimilados que – sin embargo – deben ser evitados. Por ejemplo, un gesto tan simple y aparentemente inofensivo como dejar la esponja en la ducha es lo más equivocado que se pueda hacer: si la esponja no está completamente seca, de hecho, podría convertirse en un ambiente perfecto para la proliferación de bacterias y para la propagación de sustancias nocivas de otro tipo. Esto sucede porque, cuando se utiliza la esponja, en sus agujeros y sus arrugas se quedan atrapadas, las células dañadas de la piel: las células que representan un terreno fértil para microorganismos patógenos. Entonces, ¿Qué se debe hacer? La sugerencia es lavar la esponja cuidadosamente después de usarla, y luego secarla y colgarla en un lugar seco.
Hablando de cosas secas, secarse es una acción a la que prestamos poca atención, pero que debe hacerse con mucho cuidado. Un error común es secarse la piel, en vez de tamponando la piel, frotándola o rascándola vigorosamente: es un error, porque de esta manera la piel delicada se seca. Incluso si se decide secarse al aire libre, sobre todo cuando hace sol, se comete un error, porque se pueden crear múltiples grietas. Otro error es el que cometen aquellos que se lavan el pelo todos los días: utilizar el champú diariamente es dañino, especialmente para aquellos que tienen el cabello fino y delicado. Por lo tanto, dos veces por semana (incluso menos si tienes el pelo rizado) son más que suficientes para lograr un equilibrio adecuado y para no poner en peligro la producción de sebo natural. Aquí tenemos los comportamientos más equivocados cuando nos duchamos.
No frotar los pies
Uno de los hábitos más equivocados cuando estamos bajo la ducha es no frotar los pies: este gesto, de hecho, tiene el propósito de eliminar las bacterias más problemáticas y los hongos. Especialmente, de acuerdo con los consejos del Instituto for Preventive Foot Health, es esencial lavarse los pies todos los días con el máximo cuidado y secarlos con la misma atención, especialmente entre los dedos, si es posible con un jabón suave.
La esponja en la ducha
Otro hábito que hay que evitar es dejar la esponja en la ducha: se convertiría en el nido preferido de bacterias.
Secarse con vehemencia
No tiene que secarse con demasiada vehemencia: el riesgo es el de dañar la piel, especialmente si usted tiene una piel delicada.
Lavarse el pelo siempre
Aunque se dé cuenta de que tiene el pelo graso o en apariencia sucia, lavarlo todos los días es una de las peores acciones que se pueden realizar, más aún si se tiene el cabello delicado y fino.
Tratamiento hidratante
Otro error a evitar es retrasar el tratamiento hidratante: La crema hidratante debe aplicarse cuando la piel está todavía húmeda.
Saltarse la ducha después de hacer deporte
Nunca debe saltarse la ducha después de hacer deporte o después de haber practicado actividad física: no sólo por los malos olores que pueden derivarse de este descuido, sino porque el sudor que se queda en la piel es un terreno fértil para la propagación de las bacterias. El riesgo es que le salgan erupciones y se le irrite la piel.
Duchas demasiado largas
Las duchas demasiado largas deben ser evitadas, ya que resecan la piel.
El bálsamo en la cabeza
El bálsamo no se debe aplicar en la coronilla, sino, sólo en las raíces del pelo, que son las que necesitan más atención.