A grandes males, grandes Zumos

El zumo de piña fresca es recomendable para los calambres ya que contiene bromelaina, que es un relajante muscular.

Para casos de diarrea, lo más recomendable es el zumo de manzana con una cucharada de salvado de trigo.

Si lo que necesitas es un reconstituyente que le plante cara a la fatiga, mezcla zumo de naranja con zumo de manzana y zumo de limón.

Para el dolor de espalda toma un vaso de zumo de uvas frescas a diario y fuera de las comidas. Te ayudará a prevenir lesiones de ese tipo.

La resaca puede aliviarse con zumo de tomate añadiendo pepino, un poco de cebolla y una cucharada de aceite de oliva.

Para la tos seca y la bronquitis, el zumo de piña con mango y ciruelas licuadas ayuda a lubricar la garganta y evitar la sequedad.

En caso de congestión nasal, prueba con zumo de manzana y uva tinta que contiene taninos, unos compuestos con propiedades antivirales.

Si tienes fiebre, lo mejor es hacerse un zumo de frutos rojos como fresas y grosellas y tomarlo varias veces al día.