Si sientes que la inercia de tu vida está alejada de la prosperidad y la abundancia quizá sea el momento de reflexionar, de frenar y hacer un cambio sustancial en tu vida, este es el secreto: «Actitud nueva monedero lleno» . Te contamos cómo adquirir esa nueva actitud.
Cada día esperamos ansiosos poder realizar todos nuestros sueños y deseos, pero en realidad lo dejamos todo a la suerte y no nos ocupamos de atraer las buenas energías y la felicidad. El lograr la prosperidad, no solamente en lo económico, sino que en todas las áreas, debe ser una constante en nuestra vida y de nosotros depende que así sea.
El tener las cosas que deseamos, en todos los sentidos o no, es ante todo una actitud espiritual, hay que estar seguros de que todo existe en el universo, para cubrir nuestras necesidades y que sólo hay que tener fe en que vamos a gozar de lo suficiente.
No culpemos a los demás o las circunstancias en que vivimos de nuestra situación, tenemos que aprender que tenemos lo que pensamos que merecemos. Sin lugar a dudas, lo que ha cambiado la vida de una persona llena de penurias a la prosperidad, son los pensamientos positivos y elevados que tengamos.
La abundancia comienza por ser humildes y agradecer por lo recibido cada día, por más pequeño que te pueda parecer. Y todas las cosas que desees no desearlas en demasía, sino más bien estar dispuesto a que esas cosas no se presenten, no tener apego a los resultados.
Si eso tan anhelado no llega, nuestra actitud debe ser desapegada. Mientras más «soltemos» las cosas, más atraeremos estas cosas hacia nosotros. Y muy por el contrario, entre menos desees algo, eso vendrá a ti. Se dice que lo que resistes, persiste. Debemos simplemente recibir todo lo que el Universo tiene para nosotros.
Una linda forma de poder hacer realidad tus sueños, es visualizarlos como que esos sueños ya son realidad. La visualización crea y si creas todo lo que quieres sin apegarte a eso, el universo proveerá.
La Abundancia es una forma de Ser, de Actuar, de Ver la Realidad…
Es un «estado» de Conciencia en el cual podemos percibir la «Abundancia», que hay dentro de cada Uno de nosotros y a nuestro alrededor. A continuación te damos algunas frases que puedes hacer conscientes en tu vida para incorporar este nuevo hábito:
· En nuestra forma más primordial somos un SER con todas las posibilidades. Nos es posible crear cualquier cosa, ese poder es nuestra naturaleza esencial, nuestro Ser interno, Espíritu, Ser, Alma.
· Evolución es mejorar cada vez más en todos los sentidos posibles. Crea la conciencia de la riqueza y confórmate solamente con lo mejor, selecciona todo de primera clase y el universo responderá a tus expectativas dándote siempre lo mejor.
· El Dinero sin la experiencia de la despreocupación y la caridad, es un estado de pobreza. La conciencia de la abundancia es un estado mental. Quien se preocupa por cómo obtener cuanto necesita es realmente pobre, sin importar la cantidad de dinero que se tenga. Comparte despreocupadamente, la fuente de la que todo emana es infinita, ilimitada e inagotable.
· Pregúntate cuál es tu Dharma (tu camino). Pregúntate ¿Cómo puedo servir?, ¿cómo puedo ayudar? ¿Qué servicio puedo dar?. Cuando encuentres dichas respuestas en tu interior, notarás que la gente demanda tus servicios. Dharma es descubrir cuál es tu propósito en la vida, tu misión personal a cumplir.
· Lo que pidas para ti pídelo para los demás, especialmente para tus competidores y enemigos, alégrate por sus éxitos y los convertirás en tus amigos. La Esperanza determina el resultado, espera y siéntete merecedor siempre de lo mejor.
· Aprende que en cada fracaso reside la semilla del éxito, son peldaños que nos acercan más a nuestra meta, en realidad el fracaso no existe, sino que es tan sólo el medio de perfeccionar lo que hacemos. Ten fe en ti, en los demás y en el poder que te guía y protege.
· Sé feliz, y da felicidad con lo que haces a quienes te rodean, que sea tu objetivo máximo buscar primero la felicidad y todo lo demás la seguirá.
· Ten un propósito bien definido; decide alcanzar cualquier cosa que te propongas, sin que nada te desvíe. Deja que el universo te atraiga las oportunidades y mantente alerta para aprovecharlas.
· Abandona el deseo de clasificar, etiquetar y evaluar las cosas como buenas o malas, correctas o incorrectas. Acalla tu dialogo interno y libera la carga del juicio crítico y perfeccionista del ego.
· Acepta que la vida está formada de opuestos como alegría y tristeza, bienestar y dolor, luz y oscuridad, salud y disfunción, amor y odio, metas y obstáculos. Son reconciliables y en esencia solo un medio para que el alma aprenda mediante los contrastes a ejercer sabiamente el poder del libre albedrío. Oportunidades a aprovechar para crecer constante.
· Estamos aquí para descubrir y cumplir nuestro propósito de vida, debemos poder expresarlo en términos sencillos. Saber tu propósito, misión o deber personal te abre las puertas de la potencialidad pura.
· Aprender a recibir es tan importante como saber dar, ambos son aspectos diferentes del fluir de la energía en el universo. Dar y recibir no tienen que ser cosas materiales, puedes regalar una sonrisa o un estímulo.
· El dinero es como la sangre, debe circular; aferrarse al dinero hace que se estanque, para que se multiplique debe circular. El dinero es energía y simboliza el resultado del servicio que damos a nuestros semejantes.
Un sabio dijo: «No me preocupo por el pasado y no le temo al futuro, porque mi vida está perfectamente concentrada en el presente y la respuesta correcta me llega en cada situación cuando ocurre». Únete a gente con talentos únicos y comparte los tuyos. capaces, vigorosos y juveniles.
«Pero antes de llenar el vaso de agua limpia, debemos tirar el agua que está estancada». Es decir, antes de crear, debemos limpiar… Escribe en un papel las cosas malas que te hayan pasado y te hagan creer que eres poco próspero y luego quémalas, para así borrar el pasado. Y en otro papel escribe todos los deseos que te gustaría realizar y luego entiérralos donde haya vegetación creciendo. Haz esto con plena convicción y fe que nada te faltará.