Si hay algo que debemos cuidar especialmente para asegurarnos una vejez independiente es la salud de nuestros huesos. Son la base, lo que nos sustenta, lo que nos permite movernos, además de que cualquier enfermedad en ellos resulta muy dolorosa e incapacitante. En este post os mostramos alimentos que debilitan nuestros huesos para que empieces a cuidarlos desde este momento.

Muchas veces sabemos de las afecciones que pueden sufrir nuestros huesos pero no estamos al tanto de las causas de esos problemas.

La alimentación es un factor importante e influyente en un 100% en nuestra salud y en el estado de nuestro organismo, y el placer de nuestros huesos no escapa a ello.

Aquí te enumeramos algunos alimentos que debilitan nuestros huesos:

1. Sal

La sal es enemiga de nuestros huesos porque genera pérdidas de calcio. Por cada 2300 miligramos de sodio que se ingieren, se pierden alrededor de 40 miligramos de calcio, y eso, a la larga, perjudica la consistencia de nuestros huesos lo que hace que se debiliten.

2. Refrescos con gas

La efervescencia en las bebidas carbonatadas con frecuencia proviene del ácido fosfórico y esta sustancia aumenta la velocidad en la que el calcio es excretado en la orina. Esa aceleración perjudica nuestros niveles de calcio por lo que los refrescos deben ser tomados con moderación y sabiendo que no son para nada beneficiosos para nuestra salud.

3. Cafeína

La cafeína no es tan mala como la sal, pero afecta de manera similar al calcio de nuestros huesos. Por cada 100 miligramos de cafeína (la cantidad de una taza pequeña) se pierden 6 miligramos de calcio. Estas cifras no son tan alarmantes pero pueden convertirse en un problema si no se tienen en cuenta y se bebe cafeína frecuentemente. Si sumamos los efectos de las bebidas carbonatadas, los refrescos de cola son doblemente perjudiciales.

4. Alcohol

El alcohol actúa como un bloqueador de calcio ya que evita que sea bien absorbido por el organismo. El consumo excesivo de alcohol altera por ello el proceso de remodelación ósea y vuelve nuestros huesos más débiles.

5. Aceites hidrogenados

Estudios recientes han encontrado que el proceso de hidrogenación que se utiliza para la elaboración de productos de panadería destruye la vitamina K que se encuentra naturalmente en los aceites. Esa vitamina K es esencial para tener huesos fuertes y por ello los aceites hidrogenados atentan contra nuestro sistema óseo.

Sabiendo que estos alimentos actúan en detrimento del placer de nuestros huesos y de nuestra salud en general, debemos procurar ingerirlos con moderación, cuidándonos de no caer en excesos que acaben por debilitar nuestro sistema óseo.

Recomendaciones para el cuidado de tus huesos

El calcio y la vitamina D son los pilares básicos de tus huesos. La vitamina D la obtenemos del sol y de algunos alimentos. Toma el sol con precaución unos 10 ó 15 minutos al día y consume pescado azul con frecuencia.

Lleva una vida activa de forma habitual: haz ejercicio físico por lo menos 3 veces a la semana, y si es con más frecuencia, mejor. Los niños y jóvenes deben hacer ejercicio todos los días.

El tabaco y el alcohol son malos para tus huesos. ¡Debes evitarlos!

No por ser mayor necesitas menos calcio que un niño. Las embarazadas, mujeres que estén lactando o las personas con más de 50 años deben tomar entre 1.200 y 1.500 mg de calcio al día (igual que un adolescente).

A partir de la menopausia, se acelera la pérdida ósea. Es fundamental asegurar un aporte óptimo de calcio y vitamina D en esta etapa. Coméntalo con tu médico.

Las personas con alguna enfermedad como anorexia, intolerancia a la lactosa, en tratamiento con corticoides, vegetarianas estrictas o que no toman el sol, deben aumentar el consumo de calcio y vitamina D bajo supervisión de su médico, ya que tienen un mayor riesgo de sufrir osteoporosis y fracturas.

Evita las caídas: asegura una buena iluminación en toda tu vivienda, elimina obstáculos en casa, revisa tú vista… y si lo necesitas, no dudes en utilizar un bastón.

Cualquier tratamiento para la osteoporosis debe incluir un suplemento de calcio y vitamina D siempre.

Y… ¿durante cuánto tiempo? ¡Toda la vida!