Los alucinados espirituales y el Ayahuasca

Toda droga aun se revista con una aura mística y liberadora, no deja de ser una droga que altera la química del cerebro.

En la naturaleza existen muchas.

Realmente no sirve para despertar la conciencia.

Pues realmente son alucinógenos que hunden a la conciencia en una especie de alucinación o viaje alucinante.

Pero realmente esta alteración es nada más que una alteración de los sentidos que emulan visiones místicas.

Realmente es un escollo para el avance espiritual.

Cayéndose en un auto-engaño de fascinación subjetiva de sueño inhibidor o evasión de la realidad que no nos gusta y nos cuesta de aceptar.

Pero nada tiene que ver con la realidad del mundo.

Ayahuasca o Yagé es una bebida utilizada por los pueblos indígenas amazónicos, donde se denomina comúnmente “medicina”, para acceder a estados elevados de conciencia, experimentar con distintos dioses, emociones, miedos y egos, realizar “curaciones”, cambiar habitos, pensamientos, estados emocionales, etc.

También es relacionada con arquetipos universales como una serpiente o una mujer de muchos años. El componente básico es la liana Banisteriopsis caapi.

En quechua ayahuasca significa ‘soga de los espiritus’ por su etimología aya espíritu, muerto y waska ‘soga, cuerda’, ya que en la cosmovisión de los pueblos nativos el ayahuasca es la soga que permite que el espíritu salga del cuerpo sin que este muera.

El componente básico es una decocción de la liana Banisteriopsis caapi, pero existen otras plantas que también contienen este elemento, tales como Colaoriopsis caapi o Peganum harmala (ruda siria), por lo que pueden utilizarse en lugar de la liana, lo que dotará a las diversas ayahuascas de una gran variabilidad en su composición química, respuesta física y efecto espiritual.

En otros casos, como por ejemplo en los rituales shuar del natemano, la liana Banisteriopsis caapi es el único componente de la decocción.

La liana Banisteriopsis caapi contiene unas sustancias conocidas como alcaloides harmala. Las principales son harmina (un principio activo al que antes de su clasificación oficial en 1939 se le llamó banisterín, yageína), y en bajas concentraciones también presenta harmalina y harmalol.

Este grupo de alcaloides no es exclusivo de las especies de Banisteriopsis, también se presenta en las semillas de Peganum harmala o ruda siria.

La ayahuasca tiene un origen milenario entre las culturas del Amazonas de Venezuela, Colombia, Perú, Bolivia, Ecuador y Brasil.

El grupo étnico Shuar del sur y la frontera del Ecuador y Perú (Jívaros por como los llamaron los españoles), hacen uso de la ayahuasca con el nombre de “Natem” por los “Uwishin” (nombre del chamán Shuar).

Los Shipibo Conibo del Perú usan en sus ceremonias y ritos de curación desde tiempos muy antiguos esta preparación.

Del mismo modo como resaltan las comunidades Inga y Kamsá en la amazonía colombiana por su importante uso del Yagé para la práctica etnomedicinal.

Los chamanes o médicos shipibos (Junes, Onayas, Murayas y Mutsarawas por su rango) herederos del conocimiento ancestral de las diferentes mezclas, preparaciones y usos del ayahuasca, utilizan estas adiciones para diferentes motivos, determinando las plantas que agregan según el efecto u objetivo buscado, ritual, ceremonial o curativo.

Es una sustancia de utilidad en ciertas aproximaciones terapéuticas y de autoconocimiento, y está siendo estudiada desde hace tiempo por médicos, farmacólogos, psicólogos y psiquiatras de todo el mundo como herramienta para diversos problemas, con especial relevancia en ayudar a los sujetos a romper con los procesos y hábitos dañinos para sí mismos y para otros.

De hecho, su uso en tratamientos de desintoxicación y adicciones es un hecho en países como Brasil y Perú configurándose como uno de los tratamientos más punteros para las farmacodependencias.

La ayahuasca puede ser una terapia efectiva en el campo de la psiquiatría y la psicología en el tratamiento de la depresión y la ansiedad así como los problemas de personalidad y la esquizofrenia.

Su compleja farmacología, muy relacionada con la sinergia existente entre diversos alcaloides, al tiempo que la escasa toxicidad demostrada por los diversos y ya numerosos estudios científicos que se van elaborando, es uno de los aspectos más relevantes de este preparado vegetal.