Rejuvenecer y curar piel: mascarilla con un ingrediente secreto especial. La piel nos refleja, puede lucir fresca, tersa y en verdad saludable en cualquier tiempo y edad si le das lo que necesita y quitas lo que la esta esta deteriorando.

Mantener la piel fresca y rejuvenecida, firme y lozana, es la condición natural del cuerpo. La salud refleja que hay armonía y un buen flujo tanto de nutrientes y oxígeno, como de eliminación de toxinas de la sangre, la cual, si está llena de tóxicos, se vuelve ácida y quien primero lo ha de resentir y evidenciar es la piel.

A veces no se comprende por qué, por más que se hace, y se invierte en costosos productos, la piel luce flácida, arrugada o seca. Y si observamos, parece incoherente que, si la piel se repara y regenera día a día, esta tenga que estar enferma.

¿Qué sucede exactamente con la piel enferma u opaca?

Verás. Realmente no necesitas tanta cosa. Un secreto para una piel hermosa y cura está realmente en que, primero, dejes de estresarte por tu piel. Una exagerada preocupación por la piel provoca lo que se conoce como un síntoma reprogramante. ¿Sabes qué es eso? Es simplemente que hay un síntoma que vuelve a reprogramar una condición. Por ejemplo: como la piel está relacionada con nuestro aspecto físico, una vez que sientes no luces bien, o que esta enfermando y todo mundo lo nota, no se puede evitar el que el cuerpo reaccione rechazando la apariencia. Y este estrés, aunque no lo notes, genera una reacción poco favorable que va justo a tu piel, a la zona enferma o que luce débil o arrugada.

Cuando hay este estrés de rechazo, entonces, el poro se cierra porque se tensa, los nutrientes no llegan a absorberse ni el oxígeno, los tóxicos se quedan atrapados así como la grasita, porque el poro esta bajo estrés y esta de alguna forma bloqueado, porque los poros de la piel son muy sensibles a tu estado de ánimo. Y esto se agrava en verdad cuando te enfadas contigo, cuando sientes un desagrado muy consciente por como luces, o cuando imaginas como te ves y esa imagen de ti la desapruebas.

Ay una ley metafísica que dice que si tu atiendes algo mucho tiempo, esto crecerá. ¿Por qué? Porque el poder de la atención es lo que da energía a que algo crezca. Así que, si deseas que crezca digamos, una piel cura y rejuvenecida, y que tu piel se cure incuso de forma milagrosa, necesitas empezar por un ingrediente secreto: querer tu piel así como esta. Muchos pensaran que eso es absurdo y que no tiene nada que ver, pero es que no han probado cuanta fuerza en el cuerpo tiene el que uno se quiera, el que le valga a uno lo que pensaran los demás, y el que no tengamos tanto pendiente por el aspecto físico. El rechazo y la desaprobación a uno mismo, genera cierta química en el cuerpo que se convierte rápidamente en toxina, cierra poros y acidifica la sangre. Todo esto se refleja en la piel.

Ahora bien. Es difícil querer algo que no luce como queremos, o cuando hace cosas que nos desagradan. Pero si tu piel no luce como deseas y hace cosas “feas”, tu puedes enseñarle, con tu actitud, que te aceptas y que estas a gusto con lo que estas aprendiendo de tu piel. Recuerda siempre algo: una de las funciones de la piel es el contacto: si mantienes un buen contacto contigo y con los demás, entonces tu piel no se estresara.

Mascarilla curativa y regenerativa con un ingrediente secreto

PASO UNO:

Esta mascarilla inicia y funciona de forma muy diferente a todas las demás. Necesitas limpiar tu cara o parte a curar con agua mineral. Si tu piel tiene alguna herida o ulcera, o un hongo, en este caso, agrega un poco de cloruro de magnesio o plata coloidal, y luego, pasa al siguiente paso.

PASO DOS:

Luego, ve tu rostro en el espejo, o ve la parte a curar. Cuando te veas al espejo o mires la zona afectada, dite que te aprecias mucho, y que ahora estas aprendiendo a quererte mucho más y a darte lo que sientes te falta, ya sea aprecio, admiración, etc. Luego, cierra tus ojos y pon tus manos encima de tu piel. Trata de sentir tu aprecio y dile a los poros de tu piel que se relajen. Luego, da golpesitos suaves encima con la yema de tus dedos, para fomentar la circulación de nutrientes y ayudar al poro a relajarse. Si hay herida u hongo, solo da golpecitos alrededor, suaves.

PASO TRES

Mientras das golpecitos, imagina que tu sangre circula con alegría hacia la parte de tu piel que deseas curar, incluso puedes ponerle a tu sangre un color luminoso que te agrade mucho, y visualiza que va hacia tu piel, y esta lo absorbe de forma agradable.

PASO CUATRO

Ahora bien. Prepara una mezcla de arcilla verde con un poco de te verde. Prepara la cantidad según la zona que desees curar o rejuvenecer. Debe quedar como una masa suave, sin que se desbarate. Ponla encima de una gasa o tela o manta porosa, que se pueda detener la arcilla pero que no se caiga. Y entonces, haz una almohadilla de arcilla con te verde, y ponla sobre la piel del rsotro. Déjala ahí según lo que tengas:

En piel ulcerada o con herida: aplica la compresa encima solo con la gasa, y déjala unos 20 min. En piel con hongos, aplica encima del hongo y deja ahí la arcilla media hora.

En hongos también es recomendable usar la arcilla sin gasa y dejarla ahí hasta que se seque. Y no lavar. La arcilla secara el hongo.

En piel seca: aplica la arcilla 5 minutos una vez por semana, y luego frota un poco en la piel mientras te bañas para liberar células dañadas y fomentar la reparación celular. Luego, unta crema de sábila con unas gotas de aceite de oliva. Y come un aguacate a día.

En piel grasa: aplica tres o cuatro veces por semana, y deja sobre todo en las partes grasosas. AL terminar, unta un poco de crema de manzana.

En piel arrugada o flácida: frota la arcilla dos veces por semana siempre después de haber dado los golpecitos con la yema de los dedos al menos por 10 mnutos

En todo caso, recuerda siempre tres cosas: bebe dos litros de agua al día, que es estupenda para mantener piel y cuerpo muy bien hidratados y una movilización de toxinas adecuada. Incluye un jugo de vegetales frescos al día, e incluye con frecuencia zanahoria, aloe, alfalfa y apio. Evita endulzar y bebe al momento. Y, por último, relájate con alguna meditación cada noche y pon tu atención en cosas que te hagan sentir muy bien. Veras que si aplicas esto, y eres paciente, tu piel muy pronto se recuperara y se verá en verdad grandiosa.