3 Cambios en tu Cerebro al Meditar

A continuación os informamos de algunos de los beneficios que tiene el hecho de meditar.

Empatía

Cuando meditamos aumenta de manera notable la actividad neuronal en áreas del cerebro implicadas en la empatía, es decir, en la capacidad de ponernos en el lugar de los demás.

Concretamente, científicos de la Universidad de Emory usaron resonancia magnética para estudiar el cerebro de personas que meditaban y comprobaron que, en comparación con quienes no lo hacían, tenían más activas las neuronas de la corteza dorsomedial prefrontal y el giro frontal inferior, dos estructuras que participan en el reconocimiento del estado emocional de las personas que nos rodean.

Aprendizaje

Según recogía hace poco un artículo de la revista Mindfulness, investigadores de la Universidad George Mason (EE UU) han demostrado que practicar meditación antes de clase ayuda a que los estudiantes universitarios se concentren mejor y retengan mejor los contenidos que imparte el profesor, por lo que recomiendan meditar durante 6 minutos antes de entrar al aula.

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Conexiones

Meditar aumenta la plasticidad neuronal y mejora la coordinación entre las células del cerebro, según un reciente estudio publicado en la revista «PLOS One» basado en resonancia magnética cerebral con espectroscopia, una técnica que permite medir sustancias químicas en una determinada región del cerebro.

Los autores del trabajo identificaron un incremento significativo de la conectividad a nivel de las fibras de la sustancia blanca, que comunican ciertas estructuras profundas, como el tálamo, con la corteza parietal superior izquierda, la parte del cerebro que controla la consciencia de uno mismo.

Además, los experimentos revelaron que el mioinositol está aumentado en el cíngulo posterior de los meditadores. Este cambio neuroquímico podría ayudar a regular la respuesta inmune y reducir la ansiedad y la depresión, según los investigadores.

Tipos de meditación más comunes

Hay diferentes formas de meditar, y al ser una práctica tan personal, hay probablemente más formas de las que sabemos. Pero, específicamente hay un par que son muy comunes. En estas dos son en las que por lo general se centran en la investigación científica.

Tipo 1 de meditación: atencion enfocada

Te centras en una determinada cosa. Por ejemplo: tu respiración, una sensación del cuerpo o un objeto en particular, fuera de ti. El objetivo de este tipo de meditación es centrarse en un punto y cuando tu atención se dispersa, traer tu atención de nuevo a ese mismo punto. En lugar de perseguir pensamientos al azar, simplemente dejarlos ir.
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Meditación consciente

Aquí es donde se presta atención a todas las cosas que suceden a tu alrededor, simplemente se observa todo sin reaccionar. La intención no es involucrarse con los pensamientos o juzgarlos, sino simplemente estar al tanto de cada nota mental que se plantee.

Ambas formas de meditación tienen grandes beneficios a nivel mental y sorprendentemente a nivel físico también. Sin embargo, la primera (atención enfocada) es la más recomendada para iniciar. Porque aún no tenemos mucho control de nuestra mente.
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¿Qué pasa en mi cerebro cuando medito?

Siempre es interesante saber lo que está pasando dentro de nuestro cerebro, y lo que he encontrado es bastante interesante.

Gracias a la tecnología moderna, los científicos pueden ver a través de un escáner (resonancia magnética funcional) lo que está ocurriendo en nuestro cerebro cuando meditamos. Algo similar a cómo los médicos evalúan tus huesos en una radiografía.

Cuando meditamos, nuestro cerebro deja de procesar información tan activamente como lo haría normalmente.
Al meditar, es como si dejarás de usar tu computadora y se activara el protector de pantalla

Empezamos a mostrar una disminución de las “ondas beta”, que indican que nuestros cerebros procesan la información. Incluso después de una sola sesión de meditación de 20 minutos si nunca hemos intentado antes.
Pensar menos no es negativo, sino todo lo contrario. Cuando el cerebro procesa menos información, lo hace de forma más eficiente.

Imagínate todos los beneficios que tendrás, solo por ejercitar tu mente pocos minutos al día.