Cinco técnicas de meditación efectivas para lograr la paz interior

En el siguiente artículo encontrarás técnicas básicas para comenzar a introducirte en el mundo de la meditación. No hace falta experiencia previa para poder realizarlas.

Excelentes para principiantes

¿Quieres encontrar calma, paz mental, alegría y mayor energía? ¿Quieres eliminar el estrés y las preocupaciones de tu vida? Pues a través de la meditación encontrarás una solución sencilla, sana y efectiva para cumplir estos objetivos.

Son muchos y muy buenos, los beneficios, en el plano mental, físico y espiritual, que puede brindarte comenzar con una pequeña rutina de meditación diaria.

Beneficios de la meditación para el cuerpo:

previene y libera el estrés acumulado en tu organismo,
disminuye la presión sanguínea,
aumenta la producción de serotonina que mejora el humor,

aumenta las defensas y mejora tu sistema inmunológico,
disminuyen los dolores relacionados con la tensión (dolores de cabeza, úlceras, insomnio, problemas musculares y de articulaciones).
Gracias la meditación podrás eliminar la ansiedad y lograr estabilidad emocional. Verás como tu creatividad y tu intuición aumenta, comenzando un camino de felicidad, claridad y paz mental.

¿Cómo se pueden obtener estos beneficios?

Para llegar a conseguir resultados reales y concretos, debes meditar de forma regular. No hace falta que inviertas mucho tiempo, con tan solo unos minutos al día será suficiente, hasta que logres que se vuelva una rutina natural.

La meditación es excelente para poner una pausa a las ocupaciones y responsabilidades de la vida rutinaria. Encontrarás en ella una forma de conectarte con tu interior y el universo.

5 técnicas para comenzar con la meditación

Antes de comenzar con la primer técnica, debes preparar un lugar tranquilo y sereno. En lo posible bien iluminado de forma natural (no meditar al sol directo) y con buena ventilación.

En la primera etapa debes encontrar un espacio silencioso, con el tiempo podrás ir sumando música especial para meditación.

Primer técnica: movimiento del cuello

Esta técnica te ayudará a terminar con la tensión y la rigidez del cuello.

Siéntate en el suelo, con las piernas cruzadas y coloca tus manos sobre las rodillas con la espalda recta. También puedes hacerlo sentado en una silla.
Relaja todo el cuerpo. Debes permanecer inmóvil del cuello hacia abajo y exento de tensión.

Deja caer suavemente la cabeza hacia adelante y hacia atrás y repite este movimiento 5 veces
Relaja los músculos faciales y mantén los labios ligeramente entreabiertos con la lengua relajada

Segunda técnica: rotación del cuello

En la misma posición que el ejercicio anterior, gira primero la cabeza hacia la derecha (sin mover los hombros) y retorna al frente.
Has lo mismo pero hacia la izquierda y retorna al frente.
Exhala cuando giras la cabeza hacia los lado e inspira cuando vuelves al frente

Tercera técnica: ejercicio armonizador

Esta técnica es sencilla, pero tiene profundos efectos sobre la mente y los pensamientos. Trabaja abriendo el pecho y la caja torácica y sirve para descontracturar algunas molestias en los hombros, aquieta la mente y mejora la concentración

De pie, con los pies juntos, erguido, los brazos a ambos costados del cuerpo.
Inhala profundamente por la nariz, eleva tus brazos por delante hasta la altura de los hombros, retén el aliento y flexiona los brazos llevando las palmas de las manos al pecho y los codos bien hacia atrás (de manera que haya buena apertura torácica)

Todavía reteniendo el aliento, estira los brazos hacia adelante y acompaña el movimiento con la exhalación
Repite este ejercicio cinco o seis veces.

Cuarta técnica: Simbhasana – El león

Este es un ejercicio ideal para comenzar a liberar las tensiones acumuladas en la cara y el cuello. También es excelente para aliviar dolores de garganta.

Siéntate sobre los talones, con las manos apoyadas en los muslos, la columna recta levemente inclinada hacia adelante.
Inhala profundamente y saca la lengua lo más que puedas.

Mientras lo haces, estira bien los dedos de la mano y sepáralos lo más que puedas
Abre la boca y los ojos lo más que puedas

Quédate 10 segundos en esa posición y relaja la cara y los dedos
Puedes hacer 3 repeticiones

Quinta técnica: Savasana – La relajación.

Acuéstate sobre una colchoneta fina o una frazada fina, mirando hacia arriba y con las palmas abiertas.
Tu cuerpo debe ir aflojándose gradualmente hasta hacerse pesado.
Concéntrate en la punta de los pies: relájalos, suprimiendo toda actividad en ellos

De esa misma manera puedes ir relajando las piernas, los mulsos, el tronco y la espalda
Afloja los hombros, los brazos y los dedos

Quédate así, inmóvil un rato. Inhala y exhala profundamente, y procura visualizar una nube blanca, en el cielo. Contempla sta imagen durante un tiempo y después deséchala
Ahora imagina que tu eres esa nube, deslizándose suavemente, ingrávida y completamente floja
Permanece así, al menos 10 minutos y luego comienza a mover desde los pies hasta la cabeza, suavemente cada articulación para ir incorporándote. Abre los ojos y levántate suavemente.