COMBINAR FRUTAS SEGÚN LA HORA

Las mezclas de los alimentos generan venenos. Si comes mal y además agregas frutas sin mezclar adecuadamente, te estás enfermando más que si no comieras fruta.

Por las mañanas se recomienda comer cítricos como naranjas, mandarinas, kiwis, piñas, moras o pomelos, solos, sin combinaciones, y luego de media hora, ingerir una ensalada de frutas dulces o tomar desayuno.
A mediodía, lo mejor son las frutas proteicas oleaginosas como nueces, almendras, maní, sésamo, pistachos, macadamia, avellanas, coco, palta. «Contienen entre un 25 y 30% de proteínas y todas tienen entre ocho y diez aminoácidos esenciales».

En la noche y a cualquier hora del día, viene bien una buena ensalada de frutas dulces: papaya, plátano, pera, manzana, durazno, cereza, fresas, frambuesa, mangos.

¿Qué cantidades comer? Todo exceso es malo:mucha palta produce diarrea, los cítricos causan acidosis y problemas en el tejido mucoso intestinal, demasiadas almendras o similares provocan estreñimiento y otros problemas digestivos.

Jamás se deben consumir cítricos antes de acostarse porque perjudican las células del hígado.
Cuando se agrega azúcar a las frutas se destruyen sustancias nutritivas y terapéuticas. Para endulzar, es recomendable usar cualquier tipo de miel .

Se debe tener cuidado con las mezclas que se hagan entre frutas y con otros alimentos. Las frutas se pueden mezclar entre sí, excepto la sandía. En cambio, las ácidas no se deben mezclar con otros alimentos.

Las frutas ácidas no se deben mezclar entre sí, ni con frutas dulces, porque elevan la acidificación del organismo.
Entre estas está la naranja, mandarina, limón, pomelo. Lo mejor es comerlas por separado y solamente en las mañanas. Pese a que son de la misma familia y tienen ácido cítrico, todas tienen ácidos diferentes que al mezclarse con la fructosa y los jugos digestivos, produce una elevación de la acidificación, alto índice de fermentos y alcohol dentro de nuestro organismo que conlleva problemas vesiculares.

No hay que comer frutas cítricas luego de una comida abundante en grasas por creer, erróneamente, que el ácido las corta, al contrario, hace que el metabolismo las asimile y el hígado se engrase, lo que puede terminar en cirrosis.
Y entre las semiácidas, sólo son compatibles con la leche, la fresa, la frambuesa, el mango y el durazno.

La sandía, famosa por tantas advertencias, es altamente tóxica: cuando se la abre y toma contacto con el oxígeno, adquiere un uno por ciento de arsénico que, mezclado con otra fruta, leche o licor, puede llegar al 3 por ciento. El arsénico ataca al corazón y aumenta el riesgo de infarto.

El ananá mezclado con ácidos lácteos genera una sustancia tóxica. Tampoco debe mezclarse con naranja porque produce flatulencia, daño en el páncreas y dolor de cabeza.

El melón es mejor comerlo solo y preferiblemente en las mañanas porque se metaboliza bien cuando hay sol.
Es la fruta del aparato digestivo. Posee sustancias diuréticas que ayudan a controlar el problema de retención de líquidos, que sirve a personas obesas.
En Arabia dicen que el melón a la mañana es oro, al mediodía plata y a la noche mata. No es compatible con leche ni frutas ácidas.

El aguacate. Es una de las frutas más beneficiosas, porque es rica en clorofila y se puede comer a cualquier hora.

La mezcla del limón y sal para condimentar las ensaladas baja los glóbulos rojos. Si se le añade alcohol, puede afectar la médula y provocar leucemia.

Las semillas de los cítricos contienen ácido cianhídrico (cianuro) y por eso no se tragan.
La mandarina es por excelencia la «fruta ecológica», porque es la única capaz de arrastrar del organismo metales pesados como el mercurio, cadmio y plomo. Y además es la más rica en ácido fólico, por eso también la llamamos «la fruta de la embarazada», previene los problemas de la espina bífida, iatrogénicos y mutagénicos en el bebé.

El tomate es un excelente revitalizante para las personas en tratamiento de quimioterapia y su jugo, consumido después de las comidas, es una excelente solución para el estreñimiento.

Tratamiento de belleza: un kiwi en el desayuno y unos higos en la merienda. Mantienen y regeneran el colágeno de la piel.
Para prevenir la osteoporosis deben tomarse uno o dos vasos por mes de jugo de higo, licuando el fruto con su cáscara en leche y endulzado con miel de yacón.

Cocine un maracuyá con su cáscara durante cuatro minutos, déjelo enfriar y prepare un licuado: obtendrá un potente afrodisíaco. El jugo sin cocción previa produce impotencia y frigidez.

Para la presión alta, beba un vaso diario y tres como máximo de jugo natural de mora.

Para prevenir problemas de próstata, desayunar con pera picada mezclada con una cucharada sopera de miel de yacón, durante 20 días.
Para terminar con los parásitos intestinales tomar un vaso de jugo de ananá durante 10 mañanas, antes de desayunar.