Programa para estimular tu energía
La salud no es sólo ausencia de enfermedad, sino el máximo placer, físico, mental, emocional y social. Aumentar tu energía es un medio para vivir más plenamente. Pero… ¿cómo aumentar la energía? La respuesta es un programa que incluya actividades para incrementar tu vitalidad.

Cómo aumentar la energía

Realiza ejercicio a diario

Cuida tu alimentación

Duerme lo necesario

La energía se logra a través del equilibrio de todos los medios que dispones a tu alcance.

Un programa para aumentar tu energía debe necesariamente tener distintos tipos de ejercicios físicos y mentales, una alimentación saludable y una buena disciplina de sueño.

 

Realiza ejercicio a diario

Procura darte una dosis de ejercicio físico todos los días, si no tienes mucho tiempo no importa, puedes dedicarle 15 minutos cada día. Lo que verdaderamente importa con el ejercicio es la constancia. El hacer ejercicio te va a aportar agilidad, que te será muy útil para tu día a día, además de las endorfinas (la hormona de la felicidad).

No hace falta que tengas un tiempo concreto para esto, puedes aprovechar cada vez que vayas a un edificio para subir y bajar por las escaleras, e ir a todos los sitios que puedas a pie.

También trata de practicar disciplinas que te ayuden a relajarte y a enfocarte mejor, como el tai chi, el yoga y la meditación en general.

Ejercicios físicos, para fortalecer el sistema muscular, el orgánico funcional por medio de los aerobios, mejorar la flexibilidad y desarrollar la coordinación neuromuscular.

Ejercicios de respiración, para estimular el masaje de los órganos, eliminar toxinas y entrenar la fuerza interna.

Ejercicios de control del estrés, a través de actividades de meditación, o simplemente de percepción y conocimiento del propio cuerpo.

Práctica de un deporte competitivo, que puede ser desde el fútbol hasta el ajedrez. Para estimular el pensamiento táctico y la capacidad de establecer relaciones en un corto período de tiempo.

En otras palabras estimula la mente y la capacidad de resolver situaciones.

Ejercicios de reeducación postural. Por medio del Método Pilates o de cualquier técnica de movimiento como la expresión corporal, la Eutonía, el Método Alexander, el Método Feldenkrais. Una postura correcta permite un movimiento armónico, potente, fluido, dinámico, dando como resultado una economía del esfuerzo y un mayor rendimiento en toda tarea que realices.

Por supuesto que todos estos consejos deben ir acompañados por un programa de alimentación que tenga presente la ingesta de alimentos nutritivos, es decir que posean vitaminas y minerales, sustancias importantes para que el cuerpo pueda cumplir sus funciones vitales.

Cuida tu alimentación

Lo que comes es de gran importancia para obtener altos niveles de energía. Asegúrate de que comes todos los días las vitaminas necesarias para tu organismo. Come fruta y verdura.

No estaría de más que consultes a tu médico para que te haga una revisión y te aconseje sobre la alimentación más adecuada para tu cuerpo en función de tus necesidades.

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Duerme lo necesario

Un buen descanso es básico para rendir al máximo en tu día. Si estás bien descansado serás más efectivo y necesitarás dedicar menos tiempo a tus actividades diarias.

Por supuesto, no tienen que ser necesariamente las famosas 8 horas. Cada persona es diferente en esto. Descubre el tiempo que necesitas y no hagas concesiones con tus horas de sueño.

Si llevas a cabo estos tips y no lo dejas en una simple lectura, no dudes de que tus energías aumentarán. Te sentirás revitalizado.

Dieta

Aumenta el consumo de cereales no refinados, frutas y vegetales frescos en jugo o ensalada, los cuales mineralizan y aportan muchos nutrientes al cuerpo.

Evita saltarte comidas o reducir bruscamente la ingesta de calorías.

Bebe líquidos en cantidades suficiente.

Evita a toda costa alimentos procesados, chatarra, comida rápida, azucares refinados, embutidos de origen animal, ya que estos dejan a las células sin la energía necesaria para que puedan
cumplir con sus funciones y no tienen ninguna porte nutritivo en el cuerpo.

BENEFICIOS DE UNA DIETA ADECUADA

Algunas formas sencillas de aumentar la energía y superar el cansancio:

Desayuna, incluso cuando no tengas hambre: estarás mucho más animado y alegre. Distintos estudios demuestran que las personas que toman desayuno se sienten mejor tanto mental como espiritualmente, respecto a aquellas que lo pasaron por alto.

Investigadores británicos de la Universidad de Cardiff han encontrado que ingerir una taza de cereales cada mañana disminuye los niveles de la hormona cortisol, íntimamente relacionada al sentimiento de estrés.

Come cada tres o cuatro horas: realizar tres comidas racionales y dos refrigerios al día puede ayudarte a mantener tus niveles de energía y azúcar en sangre estables durante todo el día.

Las comidas exageradas requieren de más energía a la hora de realizar la digestión, lo que puede hacer que te sientas un tanto letárgico.

Entonces, en cada una de tus comidas, ingiere una combinación de carbohidratos (usados por el cuerpo para crear energía), proteínas (que ayudan a mantener las energías) y grasas saludables como aquellas que están en los pescados, en las avellanas y en las aceitunas, estas grasas y proteínas ayudan a la sensación de saciedad.

Agrega más fibras: las fibras tienen un efecto de acción prolongada sobre los carbohidratos, de modo que entran en tu torrente sanguíneo a un paso lento y sostenido, otorgando a tu energía poder de permanencia.

A la hora de elegir tus comidas, incluye opciones con fibra de modo que puedas alcanzar la cantidad recomendada de 20 a 35 gramos diarios (una persona en promedio ingiere sólo entre 10 y 15 gramos).

Alimenta tu cerebro con Omega-3: encontrado en pescados grasos (como son el atún y el salmón), en nueces, y en el aceite de colza, estos ácidos grasos esenciales juegan un ron preponderante en la conservación del buen estado de las células cerebrales y en la sensación del estado de alerta mental.

Otros beneficios adicionales: el Omega-3 alienta al cuerpo a almacenar hidratos de carbono en forma de glicógeno, la forma de almacenamiento de la glucosa (azúcar en sangre) y la principal fuente de combustible del organismo y no como grasas.

Mantente hidratado: el agua es el componente principal de la sangre y de todos los otros fluidos corporales. Incluso una ligera deshidratación puede hacer que la sangre se espese, forzando al corazón a bombear más fuerte para llevar la sangre a tus células y órganos y produciendo una sensación general de fatiga.

Asimismo, la hidratación hace que los nutrientes se mantengan fluyendo constantemente hacia todo el cuerpo. Para sostener una buena hidratación, es recomendable monitorear cuán a menudo orinas.

Además de ingerir más agua, puedes consumir alimentos que contengan agua en forma natural, como son el yogurt, el brócoli, la zanahoria, y las frutas jugosas, como el melón, la sandía, la naranja, y el pomelo.

Controla la ingesta de cafeína después del mediodía: comúnmente, consumir una cantidad moderada de cafeína, entre 200 y 300 mg, entre dos o tres tazas de café, puede hacerte sentir más alerta y energizado en las horas posteriores.

Sin embargo, cuando la cafeína es consumida en grandes cantidades o en cualquier momento durante la tarde o la noche, la calidad de tu sueño podría descender en picada.

Desatasque el flujo de energía

Existe una regla que podemos considerar universal y es que nuestra energía tiene una perfecta relación inversa con la acumulación de cosas y objetos innecesarios. Cuantas más cosas tiene a su alrededor que no usa, que no necesita, menos energía tendrá.

Lo crea o no, el aspecto de su mesa de trabajo, de su cocina, de su lugar de trabajo,de su sala de estar, incluso de la pantalla de su ordenador, en realidad refleja buena parte de lo que sucede en su cerebro.

Si dedica un poco de tiempo a organizar y “desatascar” su entorno más inmediato, no solamente estará liberando mucho espacio físico, sino que también estara recargando su energía.