La ansiedad, tiene que ver con la manera en que cada alumno valora o interpreta la situación a la que se ve sometido. En general, explica Florencia Poy, “la ansiedad no viene provocada por un examen en sí, sino por las consecuencias que cada alumno deriva de ello”.
Como ejemplo podemos pensar en un alumno que necesita obtener una matrícula o un sobresaliente para continuar manteniendo su beca de estudios. Esta situación, el pensar que no sacará esa nota, perderá su beca y no podrá continuar con sus estudios, es lo que provocará que su nivel de estrés tenga un efecto amplificador o multiplicador y que acabe convirtiéndose en ansiedad.
LOS SÍNTOMAS
Es importante detectar esta ansiedad y estrés para poder, después, combatirlos.
“Los síntomas de la ansiedad en época de exámenes vienen dados en tres planos que se relacionan y retroalimentan mutuamente”, explica la coordinadora del GOE:
En primer lugar nos encontramos el nivel mental o cognitivo. Los síntomas más comunes serían: preocupación extrema, inseguridad, falta de confianza, desconcentración, dificultad para tomar decisiones, aprensión, sentimiento de inferioridad, sensación de pérdida de control, dificultades a la hora de leer y comprender, dificultades para recordar palabras o conceptos, bloqueo mental (“quedarse en blanco”).
En segundo lugar, nos encontramos el nivel fisiológico. Los síntomas más comunes serían: respiración agitada o entrecortada, sudoración, sequedad de boca, opresión en el pecho, nauseas, dolor de estómago.
Y por último, a nivel conductual, los síntomas más comunes serían: falta de apetito o comer en exceso, tartamudeo, hablar rápido, risa nerviosa, manipular continuamente objetos, reacciones impulsivas (como abandonar un examen), responder sin reflexionar.
¿Cómo quitar la ansiedad ante un examen?
Libera tensiones practicando ejercicio físico. Elije una actividad que te guste y realízala entre 2 a 3 veces en la semana. Incluso el día anterior del examen, la actividad física puede reducir mucho la ansiedad que sientes.
Si bien las bebidas con cafeína o teína pueden ayudarte a concentrarte más y estar más atenta, también pueden aumentar tu nerviosismo. Por ello, controla el consumo de estas bebidas, para evitar que la ansiedad aumente.
Intenta llevar adelante una dieta equilibrada, en la cual incluyas alimentos que potencien tu memoria, como el pescado, frutas frescas, cereales integrales, lácteos y semillas. Incluso, puedes incluir suplementos como la levadura de cerveza, la jalea real y el polen.
Descansa. Dormir bien es un pilar para estar más tranquila y más concentrada. Para ello, no dejes para último momento todo lo que tienes que estudiar. Estudia poco a poco, todos los días, para evitar noches de insomnio.
Antes de que comience tu examen, pon en práctica alguna técnica de relajación y de respiración que te ayuda a reducir los nervios y la ansiedad.
Una vez que estés delante del examen, respira hondo, tomate 1 minuto y lee detenidamente las preguntas. De esta forma tu ansiedad se reducirá y tus ideas se ordenarán.
ORGANIZACIÓN EN EL ESTUDIO
“La planificación y organización del tiempo es la mejor medida de prevención de la ansiedad y el estrés en época de exámenes”, asegura la experta. Conocer lo que podemos abarcar es fundamental. Cuando tenemos que realizar más tareas de lo que realmente podemos atender vamos gestando un sentimiento de preocupación y angustia que interfiere negativamente en nuestra capacidad de concentración lo que a su vez agrava nuestra ansiedad y nos vemos inmersos en un círculo vicioso en el que es difícil salir.
Por tanto, ser capaces de conocer lo que sí podemos abarcar nos hace estar tranquilos, factor que repercute directamente en la atención y por tanto en el rendimiento.
Es lo que en psicología se conoce como mindfulness que es la atención o conciencia plena (sin distractores) en el momento presente o lo que es lo mismo “vivir el aquí y ahora”.
OTROS CONSEJOS
Por último, sería conveniente tener en cuenta ciertos aspectos básicos de la vida cotidiana que serán esenciales cuidar. Entre ellos tener en cuenta:
·Realizar ejercicio físico ya que supone una de las mejores maneras de encontrar un estado de “dinamismo” al segregar endorfinas y liberar tensiones.
·Realizar una alimentación cura y equilibrada. Si se come algo entre horas los frutos secos resultan una buena opción ya que contienen azúcares de liberación lenta lo que beneficia la concentración.
·Mucho cuidado con el uso de estimulantes como la cafeína ya que nos llevan a un estado de “nerviosismo y confusión” en el que nos vemos muy activados pero no por ello con capacidad para retener ideas y conceptos.
·No debemos dejar de dormir entre siete u ocho horas todas las noches ya que el descanso es una de las mayores garantías para lograr una buena concentración y un estado de ánimo positivo.
Prevenir el estrés
La lucha contra el estrés por medio de terapias de relajación puede darse de diferentes maneras. Una de ellas, por ejemplo, es la aromaterapia. El trabajo por intermedio de la alquimia y los aceites esenciales puede llegar a dar un excelente fruto en aquellas personas que padecen esta clase de inconvenientes. Lo ideal es dar con un profesional indicado en la cuestión para tratarse.
Algunas terapias de reciente aparición están bastante en boga para luchar contra el estrés y conseguir la relajación. Los métodos suelen ser novedosos y los resultados dependerán seguramente de la persona que las ponga en práctica y la voluntad del que las reciba. La litoterapia (por intermedio de piedras) y la chocoterapia son dos de ellas, por ejemplo.
Otra de las maneras más comunes de emplear terapias de relajación contra el estrés es practicar yoga. Esta disciplina no solamente te ayudará a conectar con tu cuerpo y el relax del mismo, sino también con tu faz espiritual. También la eutonía puede servirte con la misma finalidad.
Brisa Acosta Selene Zuñiga
Andrea Flores Rebecca Flores
Muy interesante recomiendo que lo lean
Mayté Magaly Nava
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