Cuando decides Ser olvidas por completo los caprichos de la mente en su obstinado afán por convertirte en su esclavo, potencias tu energía transformando la ansiedad en mera sutileza, flotas por el aire ante la imperceptible presencia de una suave brisa, te despiertas sonriente y te duermes en paz, celebras que estás vivo y plenamente presente para disfrutar de un nuevo día.

Te deleitas y maravillas de la creación manifestada en cada pequeña cosa que existe a tu alrededor, eres partícipe directo y activo del continuo movimiento que sucede ante tus ojos, bailas la danza del Universo al compás del latir de tu corazón contento.

Cuando decides Ser te aceptas, te conviertes en el único responsable de tu presente, te dejas llevar por la aguda certeza de la Intuición, te conviertes en un experto en cualquier arte, desbordas de alegría y tu luz encandece a todo aquel que se topa contigo en su camino.

Cuando decides Ser, sabes con total seguridad que eres capaz de bajar las estrellas con tan solo estirar tu mano, puedes unir el cielo con el mar, pues tu Amor mueve montañas, hace vibrar la tierra entera y desborda energía infinita hacia la totalidad de la existencia.

Cuando decides Ser, fluyes en la más divina de las oleadas de gracia, como si un soplido fuera el que impulsa la vela del barco que timoneas totalmente seguro de cual es tu destino, conoces el camino pues se te hace conocido, ya no hay sorpresas para ti y nada te perturba, te has quitado el velo que te mantuvo dormido tanto tiempo.

En la más mansa calma reside tu mayor fuerza, la paciencia es tu espada y la armonía tu escudo, no existe nada que se te resista, no hay lugar para las dudas ni espacio alguno que deje entrar la más mínima inseguridad, el ojal de una aguja es más grande que tu Ego.

Logras moverte como el viento y tu paso por donde sea que andes jamás pasará desapercibido, dejarás huella en todo aquel que tenga la gracia de tu presencia y sabrás con una extrema e inmensa exactitud que tu misión es el Amor.

Cuando decidas Ser, tu visión se hará clara, tu horizonte el infinito y tu energía será el inagotable manantial que abastece el motor que impulsa tu Alma, sabrás todo lo que quieres y llenarás de grandeza hasta la más mísera pequeñez, serás la antorcha que dé luz a quien deambule por las tinieblas, serás la fuerza, la brújula, el modelo, la guía y el sendero mismo.

Serás el camino y el paisaje, el cielo y la tierra, el día y la noche, el sol y la luna, serás todo en la unicidad y con el todo te fusionarás para convertirte íntegramente en el Universo mismo, serás la completitud y la integración, serás faro en alta mar y tu luz irradiará tan fuerte que deslumbrarás a los visitantes que pretenderán arribar al estado en el que tu brillas.

Cuando decidas Ser, serás costa de infinitos mares, valles de toda montaña y oasis de todo desierto, como un sabio amarás al silencio y como un Romeo enamorado sabrás que no hay vida sin Amor y que la vida es el Amor y en tu representación más viva de la alegría de vivir serás capaz de dar Amor en inagotable medida y sin fronteras mentales que te impidan cruzar heroico cualquier valioso intento por dar aquello que te fue dado.

Cuando decides Ser indefectiblemente decides Dar, no hay camino de retorno, no hay equívocos ni bretes, no hay engaños ni dualidad, Ser es tan sublime que todo lo demás se vuelve una vil mentira, una cruel ficción digna de ser abandonada más rápido de lo que parpadeas, al fin abres tus ojos a la única realidad posible, a la realidad en la que Eres lo que has venido a Ser, y sin dudarlo un instante Das continuadamente sin esperar a cambio.

Cuando decides Ser, decides tomar al fin la mejor decisión de tu vida y condicionas todo lo demás a tu nuevo nacimiento, das lugar a lo autentico y esencial que habita en ti y pones luz a las sombras hacinado de cada uno de tus momentos tu mejor, único e irrepetible momento.

Haz de ti un instrumento de Amor, un medio para que fluya la eterna gracia divina a la que has de despertar cuando decidas Ser.

 

Por Alejandro D. Gatti