El té darjeeling es importante para los habitantes de su región, tanto por la parte económica como por el aspecto religioso, pues la población local cree en el rango superior del Himalaya como morada de Shanker Mahadeva y que el aliento de la divinidad trae brisas que refrescan el valle besado por el sol, además de un rocío y neblina que proveen la humedad.

Algunos expertos tienen en tal alta estima al darjeeling que comparan su nivel al del champagñe.

Los sabores en el darjeeling pueden variar de acuerdo a las estaciones en que es cosechado: en primavera las hojas son más tiernas y claras y de sabor muy vivo, a finales de la estación están en su mejor momento y presentan sabores equilibrados con notas que se han definido como «moscatel».

En verano se obtienen las hojas más fuertes, mientras que en otoño se tornan de tonalidades cobrizas y adquiere una suavidad madura.

En invierno no se cosechan hojas de té y la planta duerme.

¿Cómo preparar el darjeeling?

Coloca una cucharadita de hojas de darjeeling en cada taza. Vierte agua muy caliente sobre las hojas y deja que liberen su sabor y aroma entre 3 y 4 minutos.

Para saber si estás degustando darjeeling auténtico, busca el logo de Darjeeling y asegúrate de que diga «100% Darjeeling», «Pure Darjeeling» o «Darjeeling».