Debemos respetar y luchar contra la violencia de género

Existen teorías que plantean que la violencia de género se produce en una relación patológica, en la cual existe una víctima y un victimario. Esta relación es nociva, pero atrapante para ambos. La víctima no puede cortar con ese vínculo, porque se siente culpable del accionar de su victimario.

Esta explicación te puede ayudar a entender que se trata de una relación enfermiza y patológica, que explica dicho vínculo, pero además de ello es importante que conozcas cuál es el concepto de violencia de género.

¿Qué es la violencia de género?

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la violencia de género es ?Todo acto de violencia sexista que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psíquico, incluidas las amenazas, la coerción o la privación arbitraria de libertad, ya sea que ocurra en la vida pública o privada».

La violencia de género se produce para mantener el control sobre la otra persona. Si bien la violencia de género tanto a hombres como mujeres; siendo el porcentaje de mayor la violencia ejercida de hombres hacia mujeres.

La violencia de género no sólo se manifiesta a través de la violencia física, sino también a través violencia psicológica, que reduce la autoestima y aumenta la culpabilidad de la víctima. Por ello, conocer el concepto de violencia de género y cómo se produce, es muy importante porque puede ayudarte a estar alerta, ante los primeros signos de violencia.

Para reducir el maltrato de género es importante saber cómo prevenirlo, especialmente si se trata de violencia conyugal.

Recuerda que nadie merece ser golpeado o castigado, por ello no te dejes arrastrar por la culpa y ante los primeros signos de maltrato, recurre a un familiar y realiza la denuncia pertinente. Esta es la mejor forma de preservar tu vida.

Sigue siendo una utopía la libertad de género. En muchas profesiones, las mujeres continúan ganando menos que los hombres, son sometidas a presiones de tipo sexual (evidentes o como insinuaciones) y siguen estando un escalón más abajo en infinidad de cuestiones.

En un mundo en cual se multiplican las mujeres con puestos de poder (incluso presidentas en varios países), existe una realidad cotidiana en la que los hombres golpeadores siguen bailando su danza de anacrónico machismo dominante.

Arrepentidos

Hay hombres golpeadores que no quieren reincidir. Que desean reencauzar su vida. Los grupos de autoayuda para hombres golpeadores, en los cuales se trabajan las razones que llevan a la violencia contra la mujer, son una herramienta eficaz que puede acelerar la recuperación de estos hombres violentos.

En el marco de estos grupos, además de compartir experiencias y sensaciones con individuos que han cometido el mismo error y que también desean recuperarse, se busca hacer entender a estas personas algunos puntos importantes:

·Nada justifica la violencia contra la mujer que amas. Quien ama no agrede.

·Tu pareja tiene los mismos derechos que tú a expresarse, a equivocarse, a ser diferente y a tener una vida propia.

·La rabia y la ira que sientes esconde un gran sentimiento de inferioridad y falta de capacidad para afrontar la realidad. Es necesario que seas valiente: quien está seguro de sí mismo no necesita la violencia verbal o física para comunicarse.

·Aún puedes mejorar. Es necesario que aprendas a vivir en pareja, respetando la libertad e igualdad de ambos.

·Hay otras formas de actuar, más sanas e inteligentes que la violencia. Nadie es más hombre por demostrar la fuerza con violencia.

El problema de la violencia en la pareja excede el de las mujeres golpeadas y el de los hombres maltratados, en la medida en que por lo general, estas relaciones son un ida y vuelta. Por tal motivo, sólo puede revertirse, si alguno de los dos toma la decisión de cortar el círculo vicioso que los convierte en víctimas de ese «amor» enfermo, producto de la baja autoestima de cada uno de los integrantes de la pareja.

Trabajar para mejorar la autoestima es quizás, el único modo de evitar la violencia conyugal, que lleva a hombres y mujeres a reincidir en el establecimiento de relaciones violentas, en las que ambos son víctimas de la desvalorización y el menoscabo. Los celos y las escenas, que a menudo aparecen como desencadenante de la agresión verbal y de los golpes, no son más que signos de la inseguridad y de la falta de autoaceptación y valoración de sí mismos.

De tal modo, las causas de estos episodios de violencia doméstica hay que buscarlas en la baja autoestima, tanto del agresor como de quien acepta la agresión. Por otra parte, las consecuencias de los mismos, tras los sentimientos de culpa, dolor y arrepentimiento, arrastran una pérdida aún mayor de la autoestima.

Es fundamental entender que la violencia no es signo de fortaleza sino por el contrario de debilidad extrema y que tanto el violento, como el que sufre el abuso, violencia y maltrato, son víctimas de una baja autoestima, que les impide relacionarse de forma sana. Buscar ayuda y asistencia psicológica es la mejor forma de poner fin a los golpes y superar esta situación, que en casos extremos, puede llegar a poner en riesgo la vida propia y ajena.

¿Por que surge la violencia de género?

La violencia contra las mujeres es además instrumental. El poder de los hombres y la subordinación de las mujeres, que es un rasgo básico del patriarcado, requiere de algún mecanismo de sometimiento. En este sentido, la violencia contra las mujeres es el modo de afianzar ese dominio. La violencia de género más que un fin en sí mismo, es un instrumento de dominación y control social.

Y en este caso se utiliza como mecanismo de mantenimiento del poder masculino y de reproducción del sometimiento femenino. Los hombres maltratadores han aprendido a través del proceso de socialización -que es diferente para mujeres y hombres- que la violencia es la mejor forma de conseguir el control y dominar a la mujer.

Se ha argumentado que el consumo de alcohol y otras drogas es la causa de las conductas violentas. Aunque el consumo de alcohol y otras sustancias se asocia con frecuencia a situaciones de violencia, también hay hombres que abusan del alcohol sin que por ello manifiesten un comportamiento violento y muchas agresiones contra las mujeres se ejercen en ausencia de alcohol.

Según el informe de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer celebrada en Beijing (Pekin, 1995), las causas que explican la violencia de género son:

La violencia contra las mujeres es un mecanismo social fundamental por el cual las mujeres están en una posición de subordinación con respecto de los hombres.

La violencia contra las mujeres es una manifestación de las relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres y hombres, que han conducido a la dominación masculina, a la discriminación contra las mujeres por parte de los hombres y a impedir el desarrollo de éstas.

La violencia contra las mujeres a lo largo de su ciclo vital tiene su origen en pautas culturales, la lengua y la religión, que perpetúan la condición inferior que se asigna a las mujeres en
la familia, el trabajo y en la sociedad. La situación actual se produce fundamentalmente por la consideración devaluada de la mujer después de siglos de dominación masculina.

Los principales factores determinantes de la violencia de género son la relación desigual entre hombres y mujeres y la existencia de la “cultura de la violencia” como medio para resolver conflictos.

Como prevenir la violencia de género

Educar a los niños y niñas, desde las edades más tempranas, en una cultura centrada en la resolución pacífica de conflictos, fomentar la empatía y desarrollar una autoestima equilibrada, son principios que favorecen la desaparición de los perjuicios de género que se dan ya desde la escuela.

Eliminar al máximo los estereotipos transmitidos por la cultura patriarcal; por lo tanto, enseñar a ‘ser persona’ en lugar de enseñar a «ser hombre» o a «ser mujer» y así desterrar mitos como que la agresividad es un rasgo masculino, o por el contrario, la sumisión, el silencio, la obediencia… son rasgos femeninos, son objetivos de la coeducación.

Además, se debe:

Evitar todo menosprecio hacia aquellos chicos u hombres que no se adaptan al modelo de masculinidad dominante.

Evitar todo menosprecio hacia aquellas chicas o mujeres que no se acomodan al modelo de feminidad dominante.

Enseñarles a los niños y a los hombres a incorporar en sus vidas las vivencias y expresión de los propios sentimientos y emociones que enriquecen sus relaciones personales y así favorecer la resolución de conflictos sin recurrir a comportamientos violentos, por medio del diálogo, el acuerdo, la negociación…

Desarrollar una buena autoestima que capacite a niñas y niños para adoptar una actitud resuelta ante la venida y sus desafíos, asumir responsabilidades y enfrentarse con seguridad a los problemas.