Deja el tetrabrik y empieza la zumoterapia

¿Beber un zumo de frutas es lo mismo que tomar una pieza fruta?
La respuesta sin ninguna duda es no. Los motivos son varios.
Aunque la industria alimentaria venda los zumos como una opción saludable para todos los públicos, pequeños y mayores, esto no es fiel a la verdad.

Existen varios estudios que demuestran que el consumo excesivo de zumos de frutas incrementa la posibilidad de padecer sobrepeso. Y, a su misma vez, la Organización Mundial de la Salud (OMS) defiende que 1,7 millones de fin de un ciclos anuales son atribuibles a tomar poca cantidad de frutas y hortalizas. ¿Por qué sucede esto? Porque no es lo mismo consumir fruta fresca que un zumo de frutas aunque sea 100% natural. No todas las ventajas de las frutas se mantienen en los zumos.

Estudios muestran que tal vez los zumos 100% naturales sean uno de los causantes de la epidemia de obesidad infantil, de ahí la reducción de la ingesta entre los niños. La Academia Americana de Pediatría advierte de que beber demasiados zumos incrementa el riesgo de ganancia excesiva de peso y malnutrición.

Al hacer el zumo y retirar la pulpa también se elimina la fibra, que queda en el colador, el azúcar natural de la fruta se concentra y esto ocasiona que se absorba rápidamente a nivel intestinal y aumenten los niveles de azúcar en la sangre y, a su vez, se produzca más insulina, ocasionando posteriormente la formación de grasa. Otro dato es que, cuando se hace zumo en casa, por ejemplo de naranja que es el más común, se utilizan como mínimo 2 naranjas, mientras que si nos comiéramos la naranja sola, seguramente solo se consumiría una pieza, por lo que incrementamos el consumo y también el nivel de azúcar natural.

Tampoco debe olvidarse el hecho de que, al comer fruta, se mastica, por lo que se fomenta la sensación de saciedad, mientras que los líquidos generan la sensación de que no se están ingiriendo calorías. Sin embargo, no es así, ya que los zumos llevan el azúcar propio de las frutas, además del que se le puede agregar para endulzarlos. En conclusión, comiendo fruta entera se come menos, uno se sacia más y se evitan azúcares añadidos.

¡Importante! La cantidad de fruta que se debe consumir ha de oscilar entre las 2 y las 3 piezas al día combinándolas con hortalizas y verduras, hasta alcanzar las 5 raciones. De este modo, el aporte de vitaminas y minerales necesarias en el día a día está asegurado.

¡Consejo! Dejar el tetrabrick o el exprimidor para ocasiones esporádicas y optar por la fruta fresca.