DESGARROS EN MIEMBROS INFERIORES

CATAPLASMA CASERO Y HIERBAS ANTIINFLAMATORIAS.

¿Qué es?

Un desgarro es un estiramiento o rotura de las fibras musculares. En la pierna, los desgarros musculares suceden cuando un músculo se estira más allá de los límites o se le esfuerza hasta producir una contracción extrema. Dado que la pierna tiene diversos músculos, es vulnerable a diferentes tipos de desgarros musculares. Algunos de los desgarros más comunes incluyen:•

Desgarro del músculo de la pantorrilla (desgarro en los gemelos): el músculo de la pantorrilla típicamente se desgarra cuando se dobla el pie hacia arriba, lo que distiende el músculo de la pantorrilla más allá de sus límites. Al momento de la lesión, usted podría escuchar o sentir un sonido “crujiente” dentro de la pantorrilla, el sonido del músculo rompiéndose o separándose del tendón de Aquiles. Los desgarros en los músculos de la pantorrilla son comunes en atletas, especialmente en tenistas y corredores.

No obstante, estos desgarros pueden suceder durante un simple paseo, si el pie se flexiona hacia arriba cuando usted tropieza con un agujero en el piso o si talón se resbala con el borde de la vereda.

• Desgarro del músculo plantar delgado: el plantar delgado es un músculo que comienza en el extremo inferior del fémur (el hueso grande en la parte superior de la pierna), que se extiende por la articulación de la rodilla y se une a la parte posterior del talón junto con el tendón de Aquiles. Dado que el plantar delgado no aporta mucha fuerza en la flexión de la rodilla, una rotura en este músculo podría causar una afección sin importancia en la función de la rodilla.

Sin embargo, los desgarros severos del plantar delgado pueden causar dolor significativo, usualmente en la parte posterior de la pantorrilla en vez de doler en el área cercana a la rodilla.

Un desgarro del plantar delgado puede ocurrir solo o con un desgarro en lo gemelos, o una rotura del ligamento cruzado anterior (LCA), un ligamento mayor que estabiliza la rodilla.

• Desgarro en el muslo (tirón en el muslo): los músculos isquiotibiales son músculos largos que se extienden a lo largo de la parte posterior de los muslos. Dado que los músculos isquiotibiales se encargan de empujar hacia atrás la pierna y doblar la rodilla, estos pueden lesionarse al correr, patear o saltar. Cuando los músculos se rompen, usted podría sentir un sonido “crujiente”, usualmente en la parte posterior del muslo.

• Desgarro en los cuadriceps: los cuadriceps son un gran grupo muscular adelante del mismo que estiran la rodilla, es decir realizan la acción opuesta de los músculos isquiotibiales. El desgarro de los cuadriceps es una lesión común en los corredores.

Sin embargo, podría también ocurrir durante la presión extrema de la pierna al hacer actividad física. El dolor del desgarro de los cuadriceps se siente en la región frontal de los muslos. El desgarro podría describirse como un desgarro inguinal si la rotura esta ubicada bien arriba del músculo.

Para ayudar a simplificar el diagnostico y el tratamiento, los médicos a menudo clasifican los desgarros en tres grados diferentes, según la gravedad del daño en la fibra muscular.

• Grado I: solo unas pocas fibras musculares se estiran y rompen, por eso el músculo se vuelve levemente sensible y doloroso, pero la fuerza muscular es normal.

• Grado II: un gran número de fibras musculares se rompen, por eso hay dolor muscular y sensibilidad más severos, junto con inflamación (hinchazón) leve, pérdida evidente de la fuerza y a veces moretones (llamados equimosis).

• Grado II: el músculo se rompe por completo. Se divide en dos partes o la parte carnosa del músculo se separa del tendón. Los desgarros musculares de grado III son lesiones serias que causan pérdida total de la función muscular, además de mucho dolor, inflamación, sensibilidad y pigmentación.

El desgarro de grado III también causa una rotura en la estructura normal del músculo, que a menudo produce una abolladura o abertura evidente debajo de la piel, exactamente donde las partes lesionadas del músculo se han separado.

Síntomas

Los síntomas de un desgarro en un músculo de la pierna pueden incluir:

• Dolor y sensibilidad en el músculo, especialmente después de una actividad de estiramiento o de contraer fuertemente el músculo. El dolor usualmente aumenta cuando el músculo está en movimiento y se calma cuando el músculo está en reposo.

• Inflamación local del músculo, decoloración azulada o negra, con ambos colores.

• Disminución de la fuerza del músculo (en un desgarro de Grado III) o pérdida completa de la función muscular.

• Dificultad para caminar.

• Sonido “crujiente” en el músculo al producirse la lesión.

• Abertura, abolladura u otro defecto en la estructura normal del músculo (desgarro de Grado III).

Diagnóstico

Su médico querrá saber que actividad desencadenó su dolor en la pierna y si hubo un sonido crujiente en el músculo al momento de la lesión. El médico también le preguntará sobre sus síntomas, especialmente toda disminución en la fuerza del músculo o dificultad para caminar.

Para confirmar el diagnóstico, su médico lo examinará. Si los resultados de su examen apuntan a un desgarro muscular de Grado I o II, usted probablemente necesitará hacerse otros exámenes. No obstante, si se duda del diagnóstico, será necesario realizarle radiografías o una imagen por resonancia magnética. Además, en las lesiones del músculo de la pantorrilla, podrían hacerse estudios Doppler para detectar un coágulo de sangre.

Duración

La mayoría de los desgarros de Grado I o II comienzan a sentirse mejor en unos pocos días. En la mayoría de los casos, los síntomas han desaparecido por completo o han mejorado mucho en 8 a 10 semanas. Los síntomas de desgarro de Grado III podrían durar hasta que el desgarro muscular se repare quirúrgicamente.

Prevención

Para ayudar a prevenir los desgarros musculares en sus piernas, usted puede:

• hacer precalentamiento antes de participar en deportes de alto riesgo

• comenzar un programa de ejercicios físicos para estirar y reforzar sus músculos de la pierna

• incrementar gradualmente la intensidad de su programa de entrenamiento y nunca exigirse demasiado e inmediatamente después de haber comenzado la actividad física.

Tratamiento

Si tiene desgarros de Grado I o de Grado II, su médico probablemente le recomiende que siga la regla RICE:

• Reposo del músculo lesionado (tómese un descanso temporal de las actividades deportivas)

• Hielo en el área lesionada para disminuir la inflamación

• Compresión del músculo con un vendaje elástico

• Elevación de la pierna lesionada

Además, usted puede tomar un comprimido antiinflamatorio no esteroide (AINE), como el ibuprofeno (Advil, Motrin, entre otras marcas comerciales) para aliviar el dolor y calmar la inflamación. A medida que el dolor ceda, su médico podría recomendarle un programa de rehabilitación para restablecer el rango normal de movimiento de la pierna y reforzar gradualmente el músculo lesionado.

Si tiene un desgarro de Grado II, podría necesitar sea evaluado por un especialista, un ortopedista sería lo más apropiado. Para lograr que el músculo lesionado se cure, usted podría necesitar usar un yeso durante algunas semanas.

Si tiene un desgarro de Grado II en su pierna, el músculo desgarrado podría necesitar ser reparado quirúrgicamente por un especialista en ortopedia. Una excepción es el desgarro del músculo plantar delgado de Grado III, que generalmente se trata sin cirugía.

Cuándo llamar a un profesional

Llame a su médico de inmediato si:

• escucha o siente un sonido “crujiente” en el músculo de su pierna al producirse la lesión
• tiene dolor, inflamación o pigmentación severos en la región del músculo lesionado

• su pierna lesionada está evidentemente débil en relación con la pierna sana
• tiene dificultad para caminar
• tiene síntomas leves en su pierna que no mejoran después de 48 horas.

Pronóstico

El pronóstico depende de la localización y la gravedad del desgarro muscular. En general, casi todos los desgarros de Grado I sanan en pocas semanas. Los desgarros de Grado II sanan en dos a tres meses. Para reparar el desgarro de Grado III después de la cirugía, la mayoría de las personas recuperan la función normal en el músculo de la pierna con meses de rehabilitación.

UNA BUENA CATAPLASMA NATURAL PARA LOS DESGARROS

Ingredientes:

• 200 g de chiles
• 4 cucharadas de mostaza en polvo
• 200 g de aceite de coco, no fraccionado (PURO)

• 6 cucharadas de cera de abejas
• 4 paquetes de cojines o apósitos (esponjas) de gasa estéril de 10 x 10 cm
• 4 paquetes de apósito adhesivo de 12 x 12 cm

Método
1. Lavar y cortar finamente los chiles. Combine los chiles y la mostaza en polvo con el aceite de coco en una sartén. Cubra para mantener en el vapor y caliente suavemente durante 2 minutos. Dejar enfriar con la tapa puesta.

2. Ponga la mezcla de chile en una muselina (una tela fina permeable) sobre un colador y escurra el aceite en un recipiente. Colocar el aceite de nuevo en la olla y regresar al fuego.

3. Añadir la cera de abejas al aceite y cocer a fuego muy suave hasta que se disuelva, lo que le llevará menos de 2 minutos. Retirar del fuego.

4. Remoje los trozos de gasa en la mezcla de aceite mientras todavía está caliente. Cuando se saturen, retire las almohadillas y dejar reposar durante 10 minutos en papel de horno, o hasta que cuaje.

5. Una vez firme y seco, las almohadillas se pueden superponer unas encima de otras, envueltas en papel film y guardar en el refrigerador hasta que se necesite.

USO: Coloque una almohadilla en un apósito adhesivo, luego aplicar sobre la zona afectada. Mantenga el área caliente (cubrir con una manta, por ejemplo) y dejar actuar durante 30 minutos a 1 hora.

ALMACENAMIENTO: Se puede almacenar durante 1 año en el refrigerador.

ALGUNOS ANTIINFLAMATORIOS NATURALES

Hierbas y plantas desinflamatorias

Los desinflamatorios naturales son los mejores remedios caseros contra la inflamación a los que puedes recurrir, sin exponerte a los efectos secundarios nocivos de los productos antiinflamatorios farmacológicos. Las hierbas medicinales y plantas desinflamatorias te permiten revertir los procesos inflamatorios, cuidando tu salud.

Las hierbas medicinales tales como el tomillo, el óregano, la ortiga, la malva y la cola de caballo, preparadas entisanas, constituyen excelentes alternativas para el tratamiento natural de los procesos inflamatorios.

Tanto las plantas antiinflamatorias, como los remedios caseros para la inflamación, te ayudarán a revertir las inflamaciones de diferente origen, cuidando tu salud. Entre las plantas medicinales se destacan la manzanilla, la alfalfa y el lapacho, que al igual que las hierbas, podrás consumir en la forma de infusiones, alrededor de dos o tres veces al día