Se suelen usar como sinónimos y mucha gente cree que significan lo mismo, pero la realidad es que actividad física, ejercicio y deporte son conceptos diferentes, que ponen en juego distintas cuestiones, tanto físicas como mentales. Por eso, es importante poder diferenciarlos para poder elegir lo mejor para cada uno sin expectativas desmedidas, que luego generen frustración.
La actividad física es cualquier tipo de movimiento corporal que realizamos durante el día: en casa, en el trabajo o cuando salimos a pasear. Regar, colgar la ropa, andar en bicicleta o caminar hasta la oficina de nuestro jefe, son ejemplos cotidianos de actividades que implican la contracción de los músculos y un mayor consumo de energía (calorías) que cuando estamos en reposo.
La mayoría de las cosas que hacemos a diario se considera que tienen una intensidad de baja a moderada. Hoy sabemos que hay ciertos beneficios para la salud cardiovascular que se consiguen dándole al cuerpo algunos minutos diarios de actividad más vigorosa, como: trotar, correr, andar en bicicleta con ritmo no inferior a 18 a 20 km por hora, natación, elíptico, remo o baile. Sin embargo, hay algunas tareas del hogar que, realizadas por varios minutos, pueden elevar la frecuencia cardíaca y considerarse vigorosas, como por ejemplo pasar la cortadora de césped.
LA CLAVE DE UNA BUENA SALUD ES MOVERSE. Y CUANTO MÁS VIGOROSA SEA LA ACTIVIDAD QUE UNO REALICE, MEJOR
Practicar algún deporte es otra forma de realizar actividad física vigorosa. Se trata de actividades planificadas y, por lo general, más intensas. Los deportes como el tenis, el fútbol o el golf tienen un reglamento que cumplir, una parte lúdica y, fundamentalmente, implican competencia, ya que suelen consistir en vencer a un contrincante o una marca.
Los ejercicios como los que se hacen en los gimnasios tienen la cualidad de que se pueden programar y dosificar según las características, necesidades y objetivos de la persona; por lo general, se realizan para mejorar al menos un aspecto de la condición física (fuerza, flexibilidad o la resistencia aeróbica). El mayor problema que encuentro y comentan mis pacientes en la consulta, es que si no se realizan con un objetivo y con una supervisión especializada, pueden resultar aburridos y hasta perjudiciales.
ADEMÁS DE SU ROL CLAVE PARA CONSERVAR UN BUEN PESO, LA ACTIVIDAD FÍSICA ES FUNDAMENTAL PARA MANTENERNOS SALUDABLES, TANTO FÍSICA COMO PSÍQUICAMENTE
Lo que me gustaría resaltar es que la clave de una buena salud es moverse. Que cuanto más vigorosa la actividad que realice, mejor. Y que conviene siempre tener el asesoramiento de un profesional especializado para hacerlo de manera más eficiente y cuidada. Por último, algo fundamental: combinar esto con una dieta equilibrada es lo ideal para mantener el peso y evitar la aparición de las enfermedades crónicas.