El disfraz Espiritual

Al adentrarnos en el mundo de lo espiritual debemos ser honestos respecto a la motivación que nos acerca a ello, de esta manera evitaremos la desagradable experiencia de vernos envueltos por alguien que utilice el disfraz espiritual para obtener beneficios a nuestras expensas.

Te brindamos claves para distinguir cuando estás en este tipo de peligro.

Voy a comenzar esto planteando algunas preguntas que quiero tengas muy presentes durante toda la lectura, ya que son la base del mensaje.

– ¿Usas la espiritualidad para evitar tus zonas oscuras de tu personalidad?
– ¿Te pierdes detrás de la pelusilla espiritual con un exceso de energía positiva?
– ¿Tu espiritualidad te desconecta de la tierra integradora y de la verdad cotidiana?
– ¿Ser espiritual te hace sentir superior mas especial o mejor que los demás?

¿Por qué son importantes estas preguntas? porque dentro de sus respuestas se encierran unas importantes claves que te ayudaran a distinguir a los disfrazados espirituales, son el cebo con el que te pescaran los «vendedores de espiritualidad».

Son gente en apariencia con alta reputación y muy reconocidos dentro del mundillo de la espiritualidad. Visten como se espera de ellos, y se comportan y maquillan a la perfección.

Escriben hasta libros, y tiene una ristra de seguidores, cosa que impresiona a los nuevos fichajes.

Te cobran los cursos carisimos, y después de pasar una semana o dos de retiro con ellos, sales de allí con la sensación de que:

o cambias unas cuantas cosas o no te vas a adaptar a ellos.

A veces las personas que están solas y desean integrarse en una pequeña comunidad, son capaces de sacrificar mucho mas de lo que deberían, y eso es «su propia identidad».

Cuando estés en alguna reunión de estas y te empiecen a «reconducir» en tu manera de vestirte, tu manera de peinarte, te propongan cambiarte tu nombre, tu vivienda, te digan lo que te conviene y lo que no, y otra serie de capas que poco a poco te irán exigiendo y tu accedas a esos cambios, cada vez estarás mas atrapados dentro «del grupo».

Para ir introduciéndote, vas a ver a personas con estados alterados de conciencia «los mas espirituales de todos», otros estarán ansiosos por llegar a ser los primeritos, los mas cercanos al maestro y harán lo que sea con tal de ello, son los «trepas espirituales», algunos incluso usaran la aproximación por medio de conductas inapropiadas al maestro, para estar en primera lineal. ¿os suena lo de las chicas lokitas por el guru? y así una larga lista de cosas que podríamos enumerar como cebo para que «compres espiritualidad».

Pero la verdadera espiritualidad no es «elevada», ni es un camino, ni una carrera en la que competir con los demás parroquianos. Quizás por un tiempo eso te ha servido para aclarar las cosas dentro de ti, o ha sido una etapa en la que has vivido intensa y de forma idílica la experiencia, pero ya no.

Este tiempo en el que estamos -el siglo XXI- ya no se viste con uniformes espirituales.

Se requiere una vivencia mas real, una conexión mas firme con la tierra y mucha mas responsabilidad. Debemos sacudirnos desde el centro de nuestro núcleo y permitirnos a nosotros mismos profundizar hacia la verdadera espiritualidad.

La verdadera espiritualidad no es un un zumbido intermitente y fugaz del SER interior, ni sumergirte por medio de champiñones a las visiones de luces psicodélicas, ni un estado fugaz de elevación de conciencia. Ahora eso ya no sirve… No podemos fabricar mas burbujas de inmunidad espiritual y vivir encerrados dentro de ellas. Debemos desplegar la energía de la verdadera espiritual para sanar y despertar completamente.

Durante algún tiempo nos sirvieron esas cosas pero ya no…

Cuando estamos atrapados dentro de esas formas groseras de ver o vivir la espiritualidad, nos gusta la luz, pero no la energía del despertar. Es el momento que despleguemos nuestro ser interno para brillar con luz propia, sin dejarnos deslumbrar por falsos gurus.

No es momento de mas teorías sobre la conciencia, sobre el espíritu y el SER.

Es el tiempo de SER, de vivir plenamente conscientes y de estar despiertos.

Muchos os preguntareis como… No suprimas tu energía espiritual, avívala! No tengas miedo de ella, sumérgete en ella y atrévete a brillar. Todas las técnicas de meditación, respiración, asanas, etc… Aplicalas ya!

No teorices sobre las fronteras de la conciencia, ves a las fronteras y ¡¡Salta!! sin miedo.

Otro miedo importante es el de perder el control, eso reconduce hacia lo superficial todo lo aprendido, nos da miedo profundizar. El efecto de eso es rechazar. Abandona los rechazos y sumérgete!

Sumérgete en el ambiente espiritual, no lo rechaces ni huyas de el. Para ello solo tienes que hacer una cosa. Estar en tu centro… permanentemente.

Eres el centro de tu propio mándala interno. Cuando te sitúas en ese centro te conviertes en el rey poderoso y capaz de crear tu propio universo.

Todo lo que tu mente proyecte, creara. Y te veras a ti mismo de repente creando.

Las mascaras de espiritualidad, solo te absorben energía, te apartan del centro, y los vendedores espirituales lo saben y lo aprovechan a su favor, ¿Como? te vampirizan, para así crear ellos su propio mándala mas grande, mas fuerte y mas poderoso.

Te usan.

Despierta.

Ángeles Castell Marcos