EL MITO DE LOS LÁCTEOS PARA LOS HUESOS
EL MITO DE LOS LÁCTEOS PARA LOS HUESOS

EL MITO DE LOS LÁCTEOS PARA LOS HUESOS

Las autoridades sanitarias y los industriales de la alimentación insisten en que debemos “beber leche” y “consumir lácteos a diario” o “tomar complementos a base de calcio” si queremos prevenir la osteoporosis.

Pero si el calcio de los lácteos es la teoría correcta, podríamos esperar que en los países donde se consumen más lácteos es donde debería haber un menor índice de fractura de cadera. Sin embargo no es así, sino todo lo contrario, son los países donde se consumen más lácteos donde el índice de rotura de cadera es más alto.

De acuerdo con las estadísticas de la Food and Agriculture Organization – FAO de la Organización de las Naciones Unidas (1), los norteamericanos y los europeos del oeste consumen más leche y derivados lácteos que los asiáticos y los africanos. Pensad en toda la leche, quesos de todas clases, natas, batidos, helados, cremas, yogures, flanes, mantequillas, dulces, pizzas, platos gratinados y muchos platos de la cocina italiana o francesa, hamburguesas con queso, etc. que consumen los americanos o los europeos. Al mismo tiempo, estas poblaciones son las que toman más complementos de calcio o alimentos enriquecidos con calcio. Sin embargo, esas mismas poblaciones presentan las tasas más altas de rotura de cadera a nivel mundial.

Mientras tanto, la mayoría de los asiáticos y africanos, consumen poca o nada de leche. La cocina tradicional de muchos países como la cocina china, japonesa, tailandesa o vietnamita no contiene ningún lácteo. Si seguimos la “teoría de que el consumo abundante de alimentos ricos en calcio (como los lácteos) equivale a salud ósea”, las personas de esos países tendrían los huesos frágiles como palillos. Sin embargo, es justo lo contrario, en dichos países es donde el índice de osteoporosis es menor.

Según la FAO: “La leche proporciona el 3% del suministro de energía alimentaria en Asia y África, del 6% al 7% por ciento del suministro de proteínas alimentarias en Asia y África, en comparación con el 19 por ciento o más en Europa, Oceanía y las Américas.”

En los países asiáticos o en las zonas de América Latina donde se consumen lácteos, suelen ser en cantidades bajas, como en algunas zonas de China, Perú o Sri Lanka, unos 500 ml diarios de lácteos frente a los 1000 l de media que se consumen en Estados Unidos de América y Europa occidental, y en estos últimos la osteoporosis es casi una epidemia.

Así que la teoría de los lácteos y el calcio no funciona.

Como adultos, lo que de verdad necesitamos es no perder el calcio de nuestros huesos y dientes.


La paradoja del calcio

La paradoja del calcio se basa en las tasas de fracturas de cadera más altas en los países desarrollados, donde el consumo de calcio es mucho más alto que en los países en vías de desarrollo.

El Dr. Hegsted (2) fue probablemente el primero en señalar la estrecha relación entre consumo de proteína y excreción de calcio. El efecto adverso del consumo de proteína podría pesar más que el efecto positivo de la ingestión de calcio sobre la salud ósea. Sólo recientemente se ha demostrado que el riesgo de fractura puede estar relacionado con la ingesta de proteínas en las mujeres estadounidenses. (3)

También hay evidencia que sugiere que las tasas de fractura de cadera (a juzgar por la mortalidad por caídas en personas de edad avanzada en todo el mundo) están en función de la ingesta de proteínas y la latitud (cantidad de sol recibido) (3) . Esto último es particularmente interesante en vista de la fuerte evidencia de deficiencia de vitamina D en pacientes con fractura de cadera en el mundo desarrollado y el éxito de la prevención de este tipo de fracturas con pequeñas dosis de vitamina D y calcio.

Es por eso que se asocia la tasa alta de fractura de cadera con la ingesta de proteínas (nivel de pH demasiado ácido), la tenor en vitamina D, la falta de ejercicio o la combinación de las tres condiciones, y que cualquiera de estos factores podría explicar la paradoja del calcio.

A la luz de todos estos indicios, parece que una dieta rica en sodio y rica en proteínas animales y otros alimentos con pH ácido afectan las necesidades de calcio.

Los humanos necesitamos leche para crecer pero no cualquier leche

Sólo la leche humana tiene el equilibrio necesario para que podamos absorber todos sus nutrientes. Varios factores influyen en las condiciones para que el calcio pueda ser bien asimilado por nuestro organismo. Uno de ellos incluye sustancias que forman complejos insolubles con calcio, tales como el ion-fosfato. La proporción relativamente alta de calcio-fosfato de la leche humana (2,2) en comparación con 0,77 en la leche de vaca puede ser un factor en la mejor absorción del calcio de la leche humana que de la leche de vaca.

Lo que necesitamos es no perder el calcio de nuestros huesos

El calcio es un nutriente esencial que juega un papel vital en la función neuromuscular, en la coagulación de la sangre y en la rigidez del esqueleto.

Los requerimientos de calcio están determinados esencialmente por la relación entre la eficiencia de absorción y la tasa de excreción. La excreción se produce a través del intestino, los riñones, la piel, el cabello y las uñas. En los adultos, la tasa de absorción de calcio a través del sistema digestivo tiene que estar en equilibrio con todas las pérdidas del cuerpo, de no ser así, nuestro organismo buscará calcio de nuestros huesos. En los niños y adolescentes se requiere mayor cantidad de calcio para cubrir las necesidades de crecimiento del esqueleto.


Referencias:

(1) FAO – “Calcium”
(2) D. M. HEGSTED, New England Regional Primate Research Center, Harvard Medical School – “Calcium and Osteoporosis”
(3) Nordin, BEC y Polley, KJ 1987. “Metabolic consequences of the menopause. A cross-sectional, longitudinal, and intervention study on 557 normal postmenopausal women”.
(4) Huffington Post Canada – ” .Harvard Milk Study: It Doesn’t Do A Body Good“

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