ABRAZAR es envolver afectivamente para ofrecer parte de nuestro ser.

Es una necesidad espiritual y un arte que brota del alma.

El ABRAZO es un maravilloso don curativo porque alimenta nuestra autoestima y la valorización que damos a los seres más cercanos.

El ABRAZO proporciona simpatía, interés, regocijo, placer, consuelo, júbilo, amistad, sanidad, alivio emocional, mutuo apoyo y felicidad.

Antes de abrazar a otros, primero abrázate a ti mismo. Busca un lugar tranquilo y a solas realiza el siguiente ejercicio:

1. Siéntate cómodamente en un sillón con la columna vertebral derecha, cierra suavemente los ojos y concéntrate solo en respirar y relajar lo que más puedas tu mente y cuerpo.

2. A medida que tomas el aire suavemente por la nariz, di: “YO ESTOY RESPIRANDO LA PAZ Y EL AMOR .”

3. Cuando sueltes el aire por la boca di: “TODO LO NEGATIVO QUE HAY EN MI SALE Y SE DISUELVE.”

4. Cuando realices varias respiraciones con las anteriores afirmaciones y con la correcta relajación (este proceso dura entre 5 y 10 minutos), tú entras en un estado de placer, tranquilidad
o paz.En este instante el corazón se hace poderoso y está preparado para emitir las vibraciones más fuertes de curación, perdón y amor.

5. Visualiza que tu corazón es un hermoso sol que ilumina todo tu ser, por dentro y por fuera de tu cuerpo. Mientras visualizas, con respiraciones profundas, rítmicas y suaves, di tres veces: “LA LUZ ME ENVUELVE Y SANA.”

6. Luego, sin abrir los ojos, sin moverte bruscamente, abre tus brazos y visualiza que abrazas el universo. Realiza tres respiraciones y en cada una de ellas di: “CON AMOR EN MI CORAZON ABRAZO
A TODOS LOS SERES.”

7. Toma una respiración y suavemente abrázate y en tres respiraciones di con todo el buen sentimiento que hay en tu corazón: “ME PERDONO Y ME ENVUELVO EN AMOR .”

8. Termina esta meditación contemplando durante los minutos que desees la maravillosa sensación que produce este abrazo lleno de amorosa energía vital.