El corazón roto, un problema que no debes pasar por alto. Los sentimientos de extrema tristeza afectan a tu mente y al resto de tu cuerpo con fatiga, afecciones en el sistema inmune, extremo cansancio, aumento de la tensión, arritmias, etc. Este fenómeno ha sido estudiado por especialistas y se le conoce como el síndrome del corazón roto.

Sufrir un problema emocional puede afectar a la salud de diferentes formas, incluso aumenta la probabilidad de tener un ataque al corazón.

En diversos estudios se ha visto que una persona depresiva y con problemas de corazón tiene muchas más probabilidades de morir que una persona que solo posea uno de los dos problemas. Los médicos han denominado a este problema con el nombre de miocardiopatía por estrés, comúnmente conocido como el síndrome del “corazón roto”.

Aunque la mayoría de las personas son capaces de retomar su vida después de una desilusión o aprenden a no darle demasiada importancia a los problemas de la vida cotidiana, un corazón roto no debe dejarse pasar ni restarle importancia a las consecuencias que puede tener en nuestra salud.

Si pasas un momento de altibajos emocionales y te das cuenta de que presentas los síntomas antes mencionados es vital que acudas con el médico para que te realice una revisión médica de rutina. La mejor forma de curar un corazón roto es acudiendo a un psicólogo, quien te ayudará a comprender lo que ocurre y te guíe en la dirección correcta.

No puedes dejar que tu corazón roto te impida levantarte de la cama o vivir tu vida. Tienes que salir a la calle, dar un paseo, alimentarte correctamente y hacer todas las actividades que te gustan y que te recordarán las cosas agradables que complementan tu vida.

Consejos para combatir al síndrome del corazón roto

Si tienes el corazón roto y no consigues salir adelante, aplica estos consejos:

1. Exterioriza tu dolor emocional. Los estudios demuestran que expresar emociones reduce en gran medida la respuesta del cuerpo al estrés. Saca toda la energía que tienes guardada escribiendo, corriendo o haciendo cualquier otra actividad similar.

2. Limita tu dolor. No te permitas sufrir más de la cuenta o por largos períodos de tiempo. También es válido que pongas límites a las actitudes de terceros que te hacen daño. Recuerda que gran parte del dolor que sentimos está ahí porque le hemos permitido entrar a nuestras vidas.

3. Atiende a tus necesidades físicas con cariño, suavidad y ternura. Trátate bien y valórate, no te permitas expresar las ideas negativas como ataques contra ti.

4. No ignores dolores crónicos o molestias. Si aparece alguno, no dudes en consultar a tu médico.

5. Come bien. Asegúrate de que eliges alimentos saludables que te mantengan bien alimentado.
El síndrome del corazón roto es mucho más que un mito
Durante años se creyó que las emociones y la parte física no tenían ninguna relación, pero hoy sabemos que esto es falso.