El teff es un cereal originario de Africa, más concretamente de Etiopía, donde se consume desde hace cinco mil años. Su cultivo ocupa la mayor cantidad de hectáreas cultivables, y representa el 20% del total de la producción de cereal del país.
Es un cereal que se adapta muy bien a climas propensos a la sequía y a terrenos áridos, y es resistente a las plagas de insectos y enfermedades, por lo que no necesita cuidados químicos. El consumo de teff se ha extendido en estos últimos años porque se trata de un cereal que contiene grandes cualiddes nutritivas y es apto para celiacos, ya que no contiene gluten.
La palabra Teff proviene del idioma amárico y significa “perdido“, en referencia al hecho de que los granos son tan pequeños que si se caen serían imposibles de encontrarlos. Se calcula que 150 granos de teff equivalen a un grano de trigo, sin embargo su pequeño tamaño no es sinónimo de escasez de nutrientes, más bien lo contrario.
Poseen más nutrientes que otros cereales como el trigo y la cebada (no aptos para celiacos) y el maíz (apto). Es rico en ácidos grasos esenciales y aminoácidos, contiene vitaminas y proteínas, minerales como el potasio, el hierro, el zinc y el magnesio, es fuente de fibra, favorece la quema de grasa, contiene calcio, es bueno para la salud de huesos y músculos, y estupendo, por tanto para dietas sin gluten, vegetarianos, veganos y deportistas debido a su alto contenido en fibra, que retarda la subida del nivel de azúcar en la sangre.
Además el teff actúa como un prebiótico ayudando a estimular la flora intestinal, y tiene un alto poder saciante, por lo que es perfecto para aquellas personas que quieran controlar su peso y su apetito.
El teff es el perfecto sustituto del trigo, el cereal que más cantidad de gluten contiene y que todo celiaco debe desterrar para siempre de su vida. La harina de teff se considera un harina integral con un sabor que recuerda a la nuez y es ligeramente dulce y perfecta para hacer masas. De hecho uno de los principales problemas de los celiacos es conseguir harinas que amasen tan bien como lo hace la de trigo, y el teff es uno de las más apropiadas para ello. Así que con su harina se pueden hacer bizcochos, magdalenas, galletas, masas de pizza, panes, y también sirve para espesar salsas y platos como lentejas, fabadas…
Sus granos se pueden cocer y utilizarse para incorporarlos a guisos o ensaladas. Y aquellas personas que necesitan consumir más fibra pueden consumir sus copos en sopas, yogures, ensaladas, zumo, etc.
Normalmente se pueden encontrar en herbolarios y tiendas de dietética y con ellos se pueden hacer auténticas delicias sin gluten como pasteles, galletas, etc.