5 maneras de eliminar la ansiedad de tu vida sin tomar medicamentos

La ansiedad es la enfermedad de los millenials. Parece que la era tecnológica trajo consigo una serie de males entre los que el miedo es el problema más común entre los jóvenes. Preocupación por el mundo, la educación, economía, guerra y la información a la que tenemos acceso. Todo aquello que está al alcance de nuestras manos es la causante de que nuestra mente nos impida concentrarnos apropiadamente; incluso es la razón por la que se desatan distintos trastornos físicos y mentales que pueden llevarnos a la fin de un ciclo.

Según un estudio reciente de The Telegraph, los niveles altos de ansiedad pueden reducir la vida de una persona hasta una tercera parte. El estrés es uno de los principales causantes de problemas cardiacos, éste hace que los riesgos que sufre el corazón y el sistema respiratorio aumenten y obviamente que los niveles de ansiedad se disparen. A pesar de que la modernidad nos ha enseñado que la solución a cualquier problema está en los medicamentos, la realidad es que podemos escapar de esta pesadilla de forma natural, realizando unas cuantas actividades y cambiando algunos de nuestros hábitos.

Reducir la ansiedad y eliminar el estrés es posible a partir de pequeñas acciones que pueden mejorar nuestra calidad de vida de manera inmediata.

Meditar

Existen diferentes ejercicios de relajación y meditación que van desde técnicas budistas sencillas, hasta rutinas de yoga. Esta técnica contra la ansiedad requiere de disciplina y compromiso; a través de ella, los pensamientos disminuyen su cantidad y velocidad, lo cual trae mucha calma. Podemos buscar rutinas en YouTube o Google para aprenderlas y adaptarlas a nuestros tiempos; aunque es recomendable tomarnos unos cuantos minutos diarios para meditar como parte de un hábito que reduce la ansiedad.

Hacer ejercicio

La ansiedad causa insomnio porque nuestro cuerpo y mente no están lo suficientemente cansados como para dormir plácidamente. Hacer ejercicio libera energía, además de que sirve como un canal para soltar cualquier tipo de tensión. No es necesario pasar horas en el gimnasio, caminar con mayor frecuencia o correr durante las noches o mañanas ayuda a tranquilizar la mente. El propósito de una rutina de ejercicios es el de olvidarnos de los problemas que nos abruman a través de la mejor herramienta: nuestro cuerpo.

Aléjate de la tecnología y comienza a leer

Según algunos estudios, Facebook ha impulsado a que nuestra generación sufra mayor ansiedad, ya que la necesidad de estar en contacto y en constante juicio mediante likes y shares, eleva nuestros niveles de tensión. Alejarnos de la tecnología significa desapegarnos de un mundo ficticio en el que nos estamos hundiendo lentamente. De manera contraria, leer en nuestros tiempos libres nos distrae y abre nuestro panorama.

Mejora tu dieta

La cafeína, las bebidas azucaradas y energéticas tienen que salir de nuestra dieta por completo, al menos en horarios nocturnos cuando la ansiedad suele ser mayor. Este tipo de consumibles impulsan nuestra ansiedad y no sólo por sus ingredientes, sino por sus efectos a largo plazo; por ejemplo, el aumento de peso. Es necesario hacer un reajuste en la dieta para que nuestro sistema se optimice de forma natural, de lo contrario, no sólo ponemos en riesgo nuestra salud, sino que aumentamos nuestros niveles de ansiedad.


Explota tu creatividad

Se han estudiado numerosas veces los efectos positivos del arte como terapia; entre estos resultados se encontró que explotar nuestra creatividad funciona como un antídoto contra la ansiedad. Las maravillas del arte parecen infinitas, podemos sentarnos a escribir, pintar, dibujar, crear música, hacer una escultura o idear una película, sólo para expresarnos y liberarnos de esa carga que hace de nuestra vida una absoluta pesadilla. Así fue como grandes artistas se liberaron, por un momento, de grandes problemas como depresión o esquizofrenia.

Es necesario olvidarnos de los medicamentos para dejar de pensar que es lo único que nos puede ayudar, no existe nada mejor que un cambio general de hábitos para olvidarnos del estrés que nos gobierna. De hecho, las medicinas a la larga ponen en peligro nuestra salud y además no nos garantizan deshacernos de la ansiedad por completo.