ESOS MOLESTOS ERUCTOS

Las eructaciones o flatulencias, o, más comúnmente conocidos como los eructos, son el efecto secundario del consumo de determinados alimentos o por una manera incorrecta de comer: rápidamente y sin masticar correctamente la comida, a la vez que tragamos aire que se mete en nuestro estomago.

Aunque para algunas culturas es signo de que la ingesta ha sido satisfactoria y ha dejado sensación de saciedad, para la nuestra no es algo socialmente aceptado por ser desagradable, pues suelen ir acompañados olores y sonidos molestos.

Consejos anti-eructos
– Comer lentamente y asegurarnos de que masticamos perfectamente la comida. Es preferible que hagamos las cucharadas pequeñas.
– No tomar bebidas ni alimentos que contengan gases

– Hay alimentos que favorecen los eructos, entonces se deben consumir con moderación. Estos alimentos pueden ser: legumbres (lentejas, garbanzos, judías…), frutas (albaricoques, ciruelas…), determinados vegetales (ajo, cebollas, coles…), los platos muy condimentados o los chocolates.

– Se deben evitar las situaciones estresantes ya que en muchas ocasiones los nervios que sufrimos se nos “meten en el estómago” y afectan directamente a nuestras digestiones.

– Evitar el consumo de chicles.

– Consumir infusiones tras las comidas, como la manzanilla o el poleo menta, harán que nuestras digestiones sean más ligeras. También se puede usar agua de carbón vegetal en infusión.

Para ello herviremos una taza de agua con uno o dos carbones (los encontraremos en farmacias o en tiendas de bioalimentación) dejando que repose durante 15 minutos y, luego, la tomaremos rápidamente.

Además de aliviar la sensación de pesadez del estómago, disminuirá los eructos.

Como veis, siguiendo tan solo algunos fáciles consejos, eliminaremos estos molestos gases y nos sentiremos mejor evitando las digestiones pesadas.