EXCESO DE EJERCICIO CONSECUENCIAS
EXCESO DE EJERCICIO CONSECUENCIAS

EXCESO DE EJERCICIO: CONSECUENCIAS

¿Qué es el sobreentrenamiento? Qué el ejercicio es bueno para tu salud física y mental es algo indiscutible. Existen infinidad de estudios que así lo demuestran. Pero esto no significa necesariamente que cuanto más ejercicio realicemos mayores serán los beneficios que obtengamos.
EXCESO DE EJERCICIO CONSECUENCIAS
La lucha contra el sedentarismo se centra sobre todo en persuadir, animar y convencer a quienes no hacen apenas nada de ejercicio para que, al menos, realicen algún tipo de actividad física moderada durante 30 minutos tres o cuatro veces por semana. Conseguir este aparentemente sencillo objetivo con amplias capas de la población tendría importantísimas y excelentes repercusiones sobre el estado de salud general.

Pero, ¿qué sucede con todos aquellos que deciden someterse a un entrenamiento verdaderamente exigente? ¿Se benefician de ello proporcionalmente?

Ya hemos hablado aquí sobre cuánto ejercicio hay que hacer y cómo progresar con seguridad. Sabemos que, de no hacerlo correctamente, podemos estancarnos, provocar desequilibrios e incluso lesionarnos. Pero no todos somos conscientes de que también es posible caer en el denominado síndrome de sobreentrenamiento.

Y es que no debemos olvidar que el ejercicio no deja de ser una agresión ante la que nuestro cuerpo se ve obligado a adaptarse. Los estímulos de entrenamiento suponen un estrés ante el que el organismo se defiende fortaleciendo justo aquello que estamos ejercitando: si levantamos pesas, nuestros músculos se tonificarán y aumentarán de volumen. Si corremos, nuestro corazón se hará más grande y eficiente… De este modo, es como innumerables cambios a nivel metabólico, tisular, hormonal e incluso del sistema nervioso se producen como respuesta al ejercicio.

Causas del sobreentrenamiento

Pero para que esta “magia” tenga lugar, es imprescindible darle a nuestro cuerpo la oportunidad de recuperarse. Contrariamente a lo que pudiera parecer, no nos hacemos más fuertes cuando estamos ejercitándonos, sino cuando descansamos tras el ejercicio. Para lo cual es imprescindible contar con:

Entrenamiento adecuado a nuestra forma física actual.
Un descanso suficiente y de calidad.
Alimentación equilibrada.
Correcta hidratación.
Una actitud positiva hacia el entrenamiento.
Ausencia de otros factores estresantes.

El sobreentrenamiento puede presentarse cuando no respetamos uno o varios de estos puntos y no resulta fácil de detectar.

Síntomas del sobreentrenamiento

Uno de los síntomas más habituales es un descenso en el rendimiento, pese a no haber abandonado la práctica deportiva: Nos sentimos más cansados o directamente no podemos realizar los ejercicios a los que estamos acostumbrados. Además, es habitual que se acompañe de otra sintomatología que puede o no estar presente como:

Cambios en los patrones de sueño (dormir demasiado, o muy poco)
Irritabilidad o bien falta de entusiamo y motivación.
Dificultades para concentrarse.
Pérdida de peso.
Sensación de cansancio y de falta de energía.

Una vez se presenta, es imprescindible reducir la carga de trabajo sobre nuestro organismo y facilitarle al máximo posible la recuperación, suspendiendo o reduciendo drásticamente durante al menos un par de semanas el entrenamiento así como detectando otras posibles causas entre las ya mencionadas.

Si no escuchamos a nuestro cuerpo, hacemos caso omiso a estos avisos y continuamos realizando ejercicios extenuantes, corremos el riego de sufrir lesiones importantes, cambios hormonales e incluso depresión.

El ejercicio es una herramienta imprescindible para el cuidado de nuestra salud pero, como casi todo, en su justa medida y preferentemente siguiendo un programa adaptado y diseñado a nuestras particularidades físicas, objetivos y preferencias personales.

Y tu, ¿alguna vez has padecido este síndrome o conoces a quien lo haya sufrido?