Las emociones afectan a nuestra salud. El ser humano es un organismo holístico, la manera como pensamos y como nos sentimos tiene un impacto en nuestra salud.

Cuando nos enfrentamos a algo desconocido, sentimos un nudo en el estómago, de la misma manera, cuando vemos una comida que nos gusta empezamos a pensar en el placer de comerla. Así, el pensamiento afecta a nuestro cuerpo.

Sin embargo, hay otros factores que también afectan a las emociones y por ende, a la salud.

-La alimentación

En la cultura china la alimentación es entendida como la medicina del alma. Para sentirse bien, debemos comer cantidades adecuadas a intervalos regulares, ya que tanto el exceso como la insuficiencia de alimentos puede causar enfermedades

Unos hábitos alimentarios irregulares son un factor patogénico importante. Una alimentación inadecuada conduce a la malnutrición.

Además la mala digestión provoca distensión y dolor gástrico y abdominal, pérdida del apetito, eructos, regurgitación ácida y heces fétidas. La sobre saciedad suele ser común entre niños debido a los tiempos de alimentación irregulares y a la mayor debilidad de su sistema digestivo en comparación con el de los adultos.

Los alimentos sin digerir se acumulan y pueden transformarse en calor, mientras que los daños causados por la ingesta de comida fría favorece la acumulación de humedad y producción de flema.

Se debe adoptar una alimentación variada ya que esto garantiza que el cuerpo reciba todos los nutrientes vitales necesarios. Las preferencias y gustos personales a menudo limitan la variedad de alimentos que tomamos, lo que da lugar a estados de desnutrición y desequilibrio del Yin y el Yang en el cuerpo, y enfermedades como el raquitismo, etc.

-El exceso de esfuerzo físico y la falta de ejercicio

Aunque pueda parecer extraño, el exceso de esfuerzo físico tampoco es bueno para el cuerpo, como tampoco lo es llevar una vida sedentaria. La persona debe encontrar el equilibrio.

El esfuerzo físico o mental excesivo, o el abuso del sexo, o, por el otro lado, la falta de actividad física o de ejercicio, puede causar enfermedad. El esfuerzo físico excesivo causa debilidad general, enflaquecimiento extremo, sudoración espontánea, etc.

El descanso adecuado puede aliviar la fatiga y recuperar la energía física y mental. No realizar ejercicio conduce al cuerpo en un estado apático que resulta inadecuado para el ser humano. Hacer ejercicio nos hace más felices. Estamos mejor con nosotros mismos y el cuerpo se mueve.