Kiwi

El kiwi es una excelente fuente de vitamina C (de hecho tiene el doble que una naranja) y también es rica en potasio, además de vitamina E y ácido fólico.

Tomar kiwis, aparte de proporcionarnos una buena cantidad de fibra natural al organismo, protege nuestro organismo contra ciertos síntomas respiratorios tales como la respiración sibilante provocada por el asma.

También ayuda a mejorar nuestro sistema inmunológico y a quemar calorías.

Se aconseja en las personas fumadoras o que beben mucho alcohol, los que padecen diabetes o alergias, las mujeres embarazadas, los ancianos, los que sufrieron fracturas de huesos o rotura de ligamentos, las mujeres en la menopausia, los que tienen problemas en la vista como cataratas y los que tienen disfunciónes inmo deficientes como el SIDA o el herpes.

Propiedades del kiwi

Reduce el estrés y los nervios

El kiwi es una fruta ideal para los tiempos modernos. Debido a la gran cantidad de vitamina C, puede evitar el nerviosismo y la ansiedad. También es perfecto para reducir el estrés. Nos permite sentirnos más tranquilos y enfrentarnos a los problemas u obstáculos que aparecen en nuestra vida. Los médicos recomiendan comer un kiwi antes de una entrevista de trabajo o una reunión importante, para reducir la tensión.

Disminuye el estreñimiento

Al tratarse de una fruta repleta de fibra soluble, el kiwi ayuda en la digestión y mejora el tránsito intestinal, por lo que previene el estreñimiento. Si se consume en el desayuno ayudará mucho más en este aspecto. Se puede comer con otras frutas, yogur, kéfir o cereales a la mañana. Favorece la expulsión de heces.

Sirve para adelgazar y eliminar la retención de líquidos

Al tener un gran porcentaje de agua y un nivel calórico intermedio (63 Kcal cada 100 gramos), permite bajar de peso y sentirse más saciado. A su vez, no posee demasiado sodio, siendo perfecto para las dietas de adelgazamiento y para perder agua, sobre todo en el caso de embarazadas. El kiwi es muy diurético y no debe faltar en la alimentación de los que sufren de obesidad o sobrepeso. Es útil en casos de insuficiencia cardíaca o hepática.

Ayuda a la digestión

Como se dijo antes, el kiwi es muy digestivo y permite disgregar las proteínas de los alimentos, así como también evitar la indigestión, la gastritis y los gases. La presencia de estas proteínas permiten combinar esta fruta con leche o gelatina.

Mejora la circulación de la sangre

Al contener vitamina E y ácidos grasos Omega 3 y 6, el kiwi fluidifica la sangre, mejorando el estado general de las arterias. Esto evita la formación de trombos o coágulos en los vasos sanguíneos. Esta fruta sirve para proteger contra trombosis, angina de pecho, derrames cerebrales e infartos. Y como si esto fuera poco, el kiwi y su fibra, permiten reducir los niveles de colesterol en sangre.

Mejora los huesos

Esto incluye cualquier elemento óseo del cuerpo, es decir, también los dientes. Esta propiedad es debido a los minerales presentes en el kiwi, los cuáles son cobre, magnesio y potasio. Una pieza de la fruta cubre el 10% de las necesidades básicas de los tres. Permiten mejorar el desarrollo de los huesos y también el funcionamiento de los nervios, músculos y órganos.

Favorece el sistema inmunitario

Esto significa evitar los resfriados y subir las defensas, debido a la gran cantidad de ácido fólico presente en el kiwi, sumado a la vitamina C. Permiten ambos nutrientes producir más glóbulos rojos y blancos, así como también anticuerpos, que funcionan como barrera de las disfunciónes producidas por virus.

Combate la anemia

También debido a la vitamina C, que aumenta la absorción del hierro de lo que consumimos. Se aconseja comer kiwis en los pacientes con anemia ferropénica para acelerar la recuperación.

Filtra los rayos solares

Si eres una persona muy sensible a los rayos UV, no dudes en comer kiwi. La luteína que contiene (también presente en la acelga, los brócolis y las espinacas) actúa como un filtro de protección natural para tu piel.

¿Quiénes no pueden comer kiwi?

Las personas que son alérgicas a una enzima llamada proteolítica actidina, no pueden consumir kiwi, así como tampoco papayas o piñas. Los que tienen tendencia a desarrollar cálculos renales (piedras en el riñón) tampoco, porque esta fruta es rica en oxalatos de calcio. Justamente por esta razón, los niños han de reducir la ingesta, aunque no eliminarla por completo. Debido a su contenido en potasio, no se recomienda para los que padecen de insuficiencia renal.

Los síntomas por intoxicación por kiwi incluyen: urticaria, problemas para tragar y vómitos.