La anemia, o disminución de la concentración de hemoglobina en la sangre, puede deberse a diversas causas, y la más común es la falta de hierro, pero también puede ser un síntoma de un trastorno subyacente.

Conoce cómo responde el organismo ante un descenso de la concentración de hemoglobina en sangre, poniendo en marcha la actuación del sistema cardiocirculatorio, dando lugar a las manifestaciones clínicas de la anemia, que derivan en distintos tipos de anemia. Te contamos también cómo se diagnostica este problema, y cómo se trata en función de las causas que la hayan provocado. A continuación algunos de los síntomas:

Sentir fatiga extrema y/o debilidad

Si duermes más de lo usual, si te cansas más de lo normal al caminar, o estás experimentando en general niveles bajos de energía o debilidad muscular, es posible que necesites consumir más hierro.

Dolores de cabeza, mareos o sensación de desmayo (sobretodo al estar de pie)

La presión arterial cae cuando estamos de pie. Si no tienes suficiente oxigeno circulando en la sangre, al pararte llegará aún menos al cerebro y esto provocará esos dolores, mareos o posibles desmayos.

Falta de aliento

¿Subir unas escaleras provoca mayor falta de aire de lo usual? Quizás no sea algo tan simple como que necesitas hacer más ejercicios.

Sufrir infecciones frecuentes

Si pequeños cortes generan infecciones aunque los trates adecuadamente o toman demasiado tiempo para curarse, es posible que sea culpa de bajos niveles de hemoglobina.

Uñas débiles y quebradizas

Las uñas fuertes y saludables implican que te estas alimentando adecuadamente. Mientras que las débiles y quebradizas son señal de deficiencia de hierro.

Latidos acelerados

La anemia puede afectar el ritmo cardíaco ya que el corazón latirá más rápido para proveer a las células de más oxígeno.

Antojos realmente inusuales

Una cosa son los antojos que sientes luego de haber consumido alimentos ricos en azúcares, pero otra es cuando el cuerpo pide tiza o tierra, esto significa que necesita urgentemente hierro.

Síndrome de piernas inquietas

Aunque es un desorden neurológico del cual no se conocen a plenitud las causas, una de las respuestas podría ser falta de hierro en el organismo.

Dolores de pecho

Este es un síntoma más serio y debes consultar a tu médico ya que la causa podría no ser deficiencia de hierro sino algún problema cardíaco.

¿Qué podemos hacer?

Lo primero es asegurarnos que estamos comiendo curamente. Incluye en la dieta alimentos ricos en hierro como carnes, huevos, pescados y hojas verdes. También existen cereales fortalecidos con hierro, pan y leche que proveen lo suficiente de este mineral. Finalmente, puedes sencillamente consumir suplementos de hierro, pero siempre consultando a tu doctor antes de hacerlo.