Limpiar los Filtros de Nuestro Cuerpo
Limpiar los Filtros de Nuestro Cuerpo

La importancia Limpiar los Filtros de Nuestro Cuerpo

Nuestro cuerpo es un organismo que está interrelacionado entre sus diferentes partes, por eso es importante limpiar los filtros. Esto que parece evidente, hasta no hace mucho no lo era, llegando a cambiar la filosofía médica, diciendo que “hay enfermos, no disfunciónes” incluso muchos médicos tradicionales han visto como variaban verdades hasta ahora consideradas absolutas.

Un filtro sirve para no dejar pasar lo que tapona la fluidez. En el coche no tenemos que esperar a que los filtros estén sucios y taponados para limpiarlos. Si esperamos demasiado, dejarán de funcionar correctamente, y además generarán residuos dañinos y averiaran el coche.

Nuestras células, son seres vivos, que respiran, se alimentan y generan residuos que pasan a la sangre y llegan a nuestros filtros naturales.

Los filtros del cuerpo humano

Para que el hábitat de cada célula esté limpio para recibir oxígeno y nutrientes con normalidad, nuestro cuerpo dispone de un “servicio de limpieza” formado por el sistema linfático y, cinco filtros, para desechar los residuos metabólicos de las células, estos son:

La piel segrega ácido úrico, dióxido de carbono y colesterol con el sudor.

Los intestinos excretan residuos de la comida a través de las heces..

Los pulmones echan dióxido de carbono.

Los riñones hacen lo propio con el ácido úrico a través de la orina.

El hígado secreta el colesterol a través de los ácidos biliares.

Los nutrientes y sustancias buenas, son filtrados por cada uno de ellos y pasan a la sangre. De estos 5, hay 3 que filtran sin parar nuestra sangre, son: los pulmones, los riñones y el hígado.

El bombeo del corazón, hace que la sangre siempre circule por todo el cuerpo. Estos tres órganos no paran de funcionar mientras estamos vivos y se calcula que pueden llegar a filtrar más de 7000 l de sangre cada día.

Si por algún motivo alguno de los filtros deja de funcionar, los residuos tóxicos se acumulan dentro de nuestro cuerpo e invaden las células que mueren intoxicadas o, se transforman en“afección celularígenas”. Esta transformación en afección celularígenas es lo único que les asegura seguir viviendo en un medio intoxicado y muy ácido:

Como he comentado antes, si no se cuidan bien, pueden llegar a enfermarse:

Los pulmones con el tabaco y la contaminación atmosférica.

El hígado con dietas incorrectas, que dificultan la eliminación de colesterol.

Los riñones, tomando mucha sal en las comidas, bebiendo poca agua y con disfunciónes como la diabetes.

Contaminación de nuestro cuerpo

Los residuos más comunes que contaminan nuestro cuerpo, son por ejemplo:

Beber alcohol o bebidas con gas

Productos de limpieza tóxicos, que son la mayoría

Comer mucha carne y pocos alimentos crudos y frescos

Productos refinados como el azúcar, las harinas y la sal

Respirar aire contaminado como el humo de tabaco o el de los coches

El consumo de medicamentos o tratamiento farmacológicos agresivos

Los conservantes y pesticidas en los alimentos

El mal funcionamiento de algún órgano depurativo

A parte de los consejos normales para evitar los tóxicos y los hábitos poco saludables, aquí os dejo algunos más:

Evitad el estreñimiento, pero no con laxantes, recurrid a remedios naturales como lassemillas de lino, levadura de cerveza, frutas y verduras frescas.

Bebed 1 ó 2 vasos de agua templada en ayunas. Ayudará a nuestros intestinos a limpiarse y a limpiar nuestro interior. Y unos 8 vasos durante el día.

Mantengamos limpios y sanos el hígado, riñones y pulmones, porque son los que más se afectan cuando nuestro cuerpo está intoxicado porque tienen que trabajar más para depurarlo.

Tomad habitualmente, tomillo para los pulmones, boldo, alcachofa y cardo mariano, para el hígado, té verde y cola de caballo para los riñones.

Realizad alguna actividad física, andar, correr, subir y bajar escaleras, nadar, lo que importa es movernos.

Las bebidas alcohólicas NO, porque deshidratan.

Aumentar el consumo de cereales integrales, legumbres, verduras, frutas en la dieta diaria.

Dejad de fumar, algo muy importante.

En estos filtros se separan toxinas buenas y malas, entre las segundas están los fármacos, dióxido de carbono, el esmog, que es una combinación de humo, niebla y partículas que hay en la
atmósfera de los lugares muy contaminados, la comida y residuos metabólicos, radicales libres etc.

Muchas de las disfunciónes más comunes que tenemos, suelen estar causadas por algún tipo de intoxicación, por ejemplo la retención de líquidos, la hipertensión, el acné o el cansancio, suelen ser síntomas comunes en un organismo intoxicado.

Si los filtros no funcionan bien la sangre estará contaminada afectando a otros órganos y elcuerpo limpio de toxinas garantiza el buen funcionamiento de los órganos, lo que repercute en un aspecto más saludable.

Podemos cuidar nuestros principales filtros:

Los riñones, bebiendo mucha agua al día y comiendo alimentos diuréticos, evitando tomar mucha la sal en la medida de lo posible, y bebiendo infusiones.

Los pulmones, evitemos el tabaco y el humo de los coches, y también los productos de limpieza tóxicos y los pesticidas. Hagamos ejercicio físico habitualmente.

El hígado, evitemos el consumo excesivo de azúcar, sal, alcohol y carne.

Para limpiar nuestro cuerpo y evitar que algunas toxinas lleguen hasta los filtros podemos hacer una limpieza de colon.

Mantener nuestra sangre fluida es importante para que circule por ella el oxígeno, nutrientes y la energía que van a los órganos, porqué sino estos y los músculos pueden atrofiarse porque no les llega su alimento.

Otras prácticas para cuidar nuestros filtros del cuerpo:

La piel,

Hidroterapia, en centros termales o en casa llenar la mitad de la bañera y agregar 2kg de sal de mar, o sales de baño.

Frotar la piel con un guante de crin y después duchándonos alternativamente con agua fría y caliente. Acabar siempre con el agua fría. Después podemos hidratarnos la piel con algún aceite natural.

Drenaje linfático.
Pulmón
Tener un humidificador de aire en las zonas más secas.
Hacer ejercicios de respiración.
Tomar infusiones de tomillo, té verde, menta, eucaliptus, etc.
Beber 2 litros de agua al día, especialmente si tenemos catarros y gripes.

Intestinos
Seguir una dieta rica en fibra con agua, verduras, frutas, legumbres y cereales integrales.
Hacer ejercicio para posibles parálisis intestinales.
Enemas de café y yogur, siempre y cuando no padezcamos de colon irritable.

Riñón
Beber caldos antioxidantes.
Infusiones de cola de caballo o tomillo…
Beber agua de mineralización baja.

Hígado
Enemas de café y yogur, si no tenemos problemas de colon irritable.
Infusiones de boldo, té verde o comprimidos de alcachofa.