Mientras nosotros sudamos y jadeamos a causa del esfuerzo, nuestro increíble organismo se encuentra muy ocupado con el sobreesfuerzo, descubre leyendo este post lo que ocurre en tu cuerpo cuando haces ejercicio, quizá en cuanto lo termines te levantas y te pones a ejercitarte un poco…

«Realizar ejercicio es bueno para la salud». Todos estamos cansados de escuchar esta verdad que se ha convertido en un verdadero cliché y que ha perdido la fuerza para motivarnos a activar nuestro cuerpo.

Pero, como resignarse a la inactividad no es una opción, es fundamental que encontremos un nuevo estímulo, que sea lo suficientemente poderoso como para propulsarnos del sillón de una vez por todas.

Y no estoy hablando de salir a cazar pokemon, no por nada, sólo que el ejercicio físico al que te sometes es bastante limitado, los hay más completos para que nos vamos a engañar…

Entonces, ¿sabes cuál puede ser este estímulo? Conocer los efectos que la actividad física desencadena en nuestro cuerpo.

Presta atención…

1 Pulmones

Al realizar ejercicio, el cuerpo requiere una mayor cantidad de oxígeno (casi hasta 15 veces más que en reposo). Por esta razón, la frecuencia respiratoria aumenta hasta que los músculos de alrededor de los pulmones no pueden moverse más rápido.

Con el tiempo, y como consecuencia del incremento repetido de la frecuencia respiratoria, se eleva la cantidad máxima de oxígeno y nuestro cuerpo se torna más saludable.

Así es: cuanto más en forma nos mantengamos, mayor va a ser nuestra capacidad volumétrica de oxígeno y menos nos agitaremos cuando salgamos a correr, por ejemplo, o cuando tengamos que subir las escaleras de nuestra casa, demos una excursión con la familia o pretendamos subir los escalones de la Torre Eiffel junto a nuestro amado…

2 Diafragma

¿Has sentido una puntada del lado de la costilla cuando comienzas a ejercitarte? Algunos investigadores sostienen que el diafragma es el responsable. Así como los pulmones incrementan la frecuencia respiratoria, el diafragma comienza a tener un mayor movimiento y por esta razón puede fatigarse y causarte este dolor.

Un pequeño descanso y una respiración profunda en medio del ejercicio aliviará la aflicción. También, puedes optar por fortalecer este músculo con trabajos localizados en el gimnasio para evitar este tipo de dolencias en el futuro.

3 Corazón y presión arterial

Cuando nos ponemos en movimiento, la frecuencia cardíaca aumenta con el fin de permitir la buena oxigenación de nuestro cuerpo. Si incorporas el deporte a tu vida diaria, tu corazón ser hará cada vez más experto en bombear sangre de una forma más efectiva. Como consecuencia, podrás realizar ejercicios cada vez más desafiantes.

Por otra parte, algo por demás positivo que posee la actividad física es que favorece el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos y, de esta manera, contribuye a equilibrar la presión arterial.

4 Riñones

El comportamiento de tus riñones depende mucho de tu nivel de esfuerzo físico. Así, luego de un ejercicio de gran intensidad, estos órganos son capaces de filtrar una mayor cantidad de proteínas en la orina. También, promueven la reabsorción de agua, con el fin de mantenerte hidratado por una mayor cantidad de tiempo.

Por otro lado, en la parte superior de estos órganos se encuentran las glándulas suprarrenales. Estas son las encargadas de secretar el cortisol, que impulsa la conversión de nuestras reservas corporales en energía, y la adrenalina, que es la encargada de acelerar el ritmo cardíaco.

5 Cerebro

Hacer ejercicio no solo te proporcionará beneficios físicos, sino también mentales. ¿Sabías que puede ayudarte a prevenir enfermedades como el parkinson? ¡No es para menos!

Los cambios producidos en el cerebro cuando realizas actividad física de forma regular estimulan la función de las células cerebrales y las protegen de esta enfermedad, así como del alzheimer o el declive relacionado con el paso de los años.

Por otro lado, el ejercicio físico también está asociado con la liberación de neurotransmisores, entre los que destacan las endorfinas, relacionadas estrechamente con el placer. En este sentido, estos neurotransmisores promueven la calma, mejoran el humor, reducen el dolor y los niveles de presión sanguínea.

El cerebro también libera serotonina, la «hormona de la felicidad», que previene la depresión y se relaciona de forma directa con el estado de ánimo. Pero no solo se encarga de cumplir estas funciones, sino que además favorece los movimientos intestinales y sacia el apetito.

Ahora que conoces las excelentes repercusiones del ejercicio en tu cuerpo, ¿qué esperas para comenzar con tu actividad física favorita?