LOS ALIMENTOS DEL YIN Y EL YANG

Todos los alimentos contienen yin y yang, muchos de ellos en proporciones casi idénticas, por lo que no se adscriben ni a un grupo ni a otro. Por eso los llamamos alimentos del yin y el yang.

La teoría del yin y del yang surge a partir de la simple observación de la naturaleza y describe el hecho alimentos de que todos los fenómenos naturales tienen su propio fenómeno opuesto que lo complementa. Así pues, el yin se asocia con la oscuridad, el frío, la noche y lo femenino, mientras que el yang se vincula con la luz, el calor, el día y lo masculino. Todos los fenómenos poseen aspectos del yin y del yang. El yin y el yang se complementan de forma natural: dependen uno del otro y se compensan el uno al otro. También pueden influenciarse mutuamente: un exceso de yin puede transformarse en yang y viceversa. Se cree que cualquier desequilibrio entre el yin y el yang dentro del cuerpo provoca disfunciónes y problemas emocionales, siendo una dieta pobre uno de los factores que puede provocar este desequilibrio. Todos los alimentos contienen aspectos del yin y del yang, pero algunos pertenecen de modo predominante a una u otra categoría.

En pocas palabras, el yin es el líquido del cuerpo, que actúa como reserva de combustible y como lubricante del organismo; el yang es el calor o fuego del organismo. El yin es el combustible y el yang la chispa que lo enciende.

La mayoría de los trastornos de salud se deben a un exceso o a una deficiencia del yin o yang. Una revisión atinada de la evolución de la disfunción puede aportar pistas sobre las necesidades alimentarias basadas en la complementariedad del yin y el yang.

ALIMENTOS YIN

Los productos ya tienden a ser dulces y refrescantes. Crean humedad, como los lacteos, que producen mucosidad, y en general son alimentos que contienen una amplia variedad de nutrientes.

Los alimentos que son básicamente yin se consideran fríos, húmedos, suaves y de color oscuro. Son yin los alimentos acuáticos, como las algas, los que crecen en la oscuridad o bajo tierra, como los champiñones y las raíces, así como la avena, la cebada, los huevos, la berenjena, la remolacha, la calabaza, el pepino, el berro, las espinacas, los esparragos, judias, los guisantes, el ruibarbo, el tomate, la lechuga, el trigo, el tofú, la soja germinada, la mayoría de las frutas, el plátano, el limón, el pomelo y la sandía y sobre todo la manzana, la piña, los citricos, la pera y la sandía. La leche y quesos y la miel.

ALIMENTOS YANG

Estos productos suelen aportar calor. Son adecuados para cocinar y poseen sabores fuertes y aromáticos. Los condimentos y las especias son por lo general yang.

Los alimentos básicamente yang son cálidos, secos, duros y por regla general presentan una tonalidad clara. Suelen crecer en el campo, sobre el suelo y en lugares luminosos. Son yang la mayoría de las hierbas aromáticas y especias como el jengibre, la albahaca, la canela, el clavo, el cilantro, el comino, el ajo, el apio, el hinojo, el perejil, el puerro, la soja, el pimiento,los albaricoques, las cerezas, las castañas, las nueces, la piel de naranja y los melocotones.

LAS CUATRO ENERGÍAS

El concepto de las cuatro energías puede considerarse como una subcategoría del yin y el yang. Las cuatro energías son caliente, templado, frío y fresco, e indican el efecto básico que ejerce un determinado alimento sobre el cuerpo, no su temperatura.

Los alimentos calientes y templados, tales como los pimientos verdes y rojos, el jengibre seco, los puerros y la leche de coco se consideran yang y se emplean para tratar dolencias relacionadas con el frío causadas por un exceso de yin (por ejemplo, sentir frío, tener diarrea o sufrir reumatismo articular crónico). Los alimentos fríos y frescos, como las berenjenas, la soja germinada, la sandía y los tomates pertenecen a la categoría yin y se emplean para tratar dolencias relacionadas con el calor causadas por un exceso de yang (por ejemplo, la gripe, el estreñimiento y los eczemas). Algunos alimentos como el arroz y la pasta se consideran neutros porque en ellos no predominan ni el frío ni el calor. Estos últimos no ejercen ningún efecto sobre la constitución, y por tanto se consideran como alimentos de uso corriente.