Mandibula de Hierro: BRUXISMO

Como los dientes sirven para moler los alimentos, se les relaciona con la trituración de las ideas o con las circunstancias nuevas que deben ser asimiladas. La persona a la que le duelen los dientes suele tener dificultad para decidirse, ya que no analiza bien las situaciones. Los dientes también sirven para morder. Un problema en ellos puede indicar que la persona se siente impotente e incapaz de defenderse en la vida.
Con respecto a este tema, a continuación presento los resultados de muchos años de investigación realizados por la señora Michele Caffín, cirujana dentista:

Los ocho dientes del lado superior derecho tienen relación con el deseo de manifestar lo que la persona quiere hacia fuera; todo problema en uno de estos dientes expresa una dificultad para encontrar nuestro lugar en el exterior. Los ocho dientes del lado superior izquierdo tienen relación con el deseo de manifestar lo que la persona lleva en sí misma; todo problema en uno de estos dientes expresa una dificultad para realizar su deseo de ser. Los ocho dientes del lado inferior derecho se relacionan con la concretización de algo, como por ejemplo el trabajo; todo problema en uno de estos dientes expresa una dificultad para concretar nuestra vida. Los ocho dientes del lado inferior izquierdo tienen una relación con la concretización de la sensibilidad de la persona, de todo lo que lleva en ella; cualquier problema en uno de estos dientes expresa una falta de reconocimiento afectivo del medio familiar. Los dientes mal alineados también tienen cierta relación con los mensajes citados.

Como el lado derecho del cuerpo tiene una correspondencia directa con nuestro padre, los problemas en los dientes del lado derecho te indican que todavía hay conflictos pendientes de resolver con él, es decir, que sería bueno que tuvieras una reacción diferente hacia él, que lo aceptaras más. Si es del lado izquierdo, sucede lo mismo, pero con la madre. Además, los cuatro incisivos superiores representan el lugar que quieres ocupar junto a tus padres, y los cuatro incisivos inferiores el lugar que éstos ocupan. El mensaje implícito en todo problema dental es principalmente que actúes, que concretices tus deseos. Aprende a ver las situaciones como son. Si es necesario, acepta pedir ayuda para que puedas discernir mejor. Ocúpate de tu YO QUIERO. Vuelve a contactar con tu poder interior y concédete permiso para defenderte.
Si sufres un problema de desgaste en los dientes y el esmalte está desapareciendo gradualmente, es muy posible que te estés dejando utilizar por quienes te rodean. En general, la persona que se deja manejar por los demás critica mucho internamente, pero no se afirma exteriormente. Quisiera que los demás cambiaran. Tu mejor protección para que no dejes que te utilicen es el amor verdadero hacia tus seres queridos.
El rechinar los dientes, que se manifiesta sobre todo en la noche, es signo de que la persona durante el día reprime la ira y la tensión. El cuerpo, inteligentemente, utiliza con frecuencia la noche, los momentos de sueño, para ayudarnos a liberar las tensiones vividas durante la vigilia. Sin embargo, esta liberación es temporal. Debes ocuparte de esta ira contenida antes de que te ocasione muchos más problemas que el tratado aquí. Para lograrlo, te aconsejo que pongas en práctica las etapas del perdón sugeridas al final de este libro.

Los problemas dentales están vinculados con las decisiones, especialmente cuando me duelen los dientes. Aplazo la toma de decisiones, porque las consecuencias de estas elecciones me asustan, me hacen perder seguridad. Se asocia a la responsabilidad personal, a mi capacidad de tomar decisiones, sin tener miedo de lo que sucederá después. Si tengo un dolor de muelas, puede ser que me sienta dolido porque me culpo de no conseguir comunicar lo que quiero. Tengo el gusto de “enseñar los dientes” para coger mi sitio y mostrar que existo. Quiero que me escuchen, que me respeten. Tomo consciencia que comunicando mis necesidades y mis deseos, los dolores de muelas ya no tendrán razón de existir. Cuando se trata de sarro en los dientes, es una forma de agresión interior, una reacción que no ha sido resuelta y vuelve a aflorar. Esto me puede llevar a endurecerme en mis posiciones frente a las decisiones que he de tomar o que tomé. Mis comportamientos pueden cambiar. Sabiendo que no es benéfico para mí estar a disposición de mi imaginación, desarrollo más bien el lado creativo de las circunstancias. Intento encontrar un medio de estructurar mejor mi pensamiento y mis ideas; así, me será más fácil tomar iniciativas juiciosas vinculadas a lo que vivo actualmente. Acepto ser consciente de lo que sucede en mi vida, comprender la esencia de la determinación que rige mi universo. Compruebo el lado afectado por los problemas dentales y aporto la solución que conviene. Si está arriba, pienso en la intuición y en el instinto; y si está abajo, se trata de una decisión del campo racional y lógico, algo querido físicamente.