Mucho se dice acerca del amor, y es que es muy distinto hablar de amor que experimentar el amor, ya que es un sentimiento que emerge mediante la conciencia.

Es la celebración de la existencia del ser amado desprendida de la necesidad de poseerle.

Por ello concedemos este espacio de Oda al Sano Amor

Qué vivas avivad@ de amores sanos, y no tóxicos, de amores independientes y entregados, no dependientes y demandantes.

Qué vivas avivad@ de amores desprendidos, y no posesivos; con el sosiego como libertador, y no con la histeria como carcelero.

Qué vivas avivad@ de ese amor que perdura en el continuo florecimiento de las flores, o emerge cual loto; no de ese que dura lo que una flor o la lectura de un poema.

Qué vivas avivad@ de ese amor que se revela mostrando ser un rico y acaudalado amar, y no un mísero querer.

Qué tu amor sea un amor motivado, con entrega, sano hasta los huesos; y no desmotivado, sin entrega, enfermo.

Qué tu amor sea libre, de veracidad, de esencia; y no de contrato, de formalidad, de apariencia.

Qué tu amor sea natural y superior… caliente, lleno y cercano; y no social y egótico… frío, vacío y distante.

Qué te veas avivad@ de eso que pocos reconocen aún como amor pero que es un afortunado desprendimiento de abundancias;
y no de esos que muchos llaman amor pero que es un cúmulo de carencias.

De: Ann Love Bell y Jeevan Mukti