¿Padeces oniomanía?

Comprar es una actividad que realizamos casi diariamente la mayoría de las personas, compramos el pan, el periódico, fruta, verdura, etc. Sin embargo, hay personas que compran sin parar, sin ninguna necesidad real y son incapaces de controlar sus impulsos de consumo, estas personas sufren un grave problema.

La oniomanía o compra compulsiva es un trastorno psicológico cuyo síntoma es un deseo desenfrenado por comprar sin una necesidad real, frecuente en personas que padecen trastornos del estado de ánimo. Esta psicopatología suele estar asociada con trastornos depresivos y baja autoestima, aunque la compra compulsiva puede estar presente en otras disfunciónes mentales como el trastorno bipolar o el trastorno límite de la personalidad.

El trastorno de compras compulsivas (TCC) es un trastorno psicológico del control de impulsos, caracterizado por preocupaciones excesivas relacionadas con las compras y por la necesidad irresistible de comprar de forma masiva objetos superfluos, acompañados de sentimientos de ansiedad, irritabilidad o malestar, y consecuencias adversas como el endeudamiento. Tras el alivio momentáneo al realizar la conducta adictiva, la persona experimenta sentimientos de culpabilidad.Es otra de las adicciones comportamentales más frecuentes. La caracteriza el deseo irresistible por comprar algo sin que exista una necesidad real de tal objeto. Suele estar asociada con trastornos depresivos y baja autoestima.

El adicto a las compras sufre de un impulso incontrolable por adquirir objetos inútiles o superfluos. La gratificación deriva, más que de la utilidad de los productos, del propio proceso de comprar. Este consumo, no planificado, excede de las posibilidades económicas de la persona.

Se pueden identificar cuatro fases distintas de la compra compulsiva:

Anticipación: pensamientos, impulsos o preocupaciones sobre un artículo específico, o sobre el acto de la compra.
Preparación: decisiones sobre cuándo y dónde ir, como vestirse, e incluso que las tarjetas de crédito va utilizar. averiguaciones acerca de los artículos en venta, modas nuevas, o nuevas tiendas.
Compra propiamente dicha: experiencia de compra real, que muchos individuos describen como muy excitante, e incluso puede conducir a sensaciones de índole sexual.
Gasto: el acto se completó con la paga, a menudo seguida de una sensación de decepción o desilusión con uno mismo.

Generalmente el comprador compulsivo compra solo, sin la compañía de otra persona, debido a que se suelen sentir avergonzados. En su mayoría, los afectados reconocen que tienen un problema. Puede llegar a pasar por un centro comercial y sufrir un síndrome de abstinencia, es decir, un estado de nerviosismo que sólo se calma cuando entra a comprar.

El sentimiento de autoestima y de poder se satisface con la conducta de comprar, sin embargo hay una pérdida de interés por los productos una vez comprados. La mayoría de estas personas están alrededor de los 30 años pero empezaron a comprar en torno a los 18 o 20 años.

Desde la perspectiva epidemiológica, ente el 1% y el 5% de la población puede sufrir esta adicción, con una proporción de 4 mujeres /1 hombre. La mujer está más representada porque está más sujeta al dictado de la moda y por padecer más sentimientos de soledad y baja autoestima.

La motivación en ambos casos es aumentar la autoestima, las mujeres derivan la autoestima en el aspecto físico y los hombres por ser expertos o poseer riquezas.