Cuando cometemos errores, cuando estamos equivocados, cuando no actuamos de manera correcta, lo normal sería asumir la responsabilidad de esa situación y pedir disculpas.

Sin embargo, esta simple acción suele resultar muy difícil para algunas personas, e incluso en algunas ocasiones es vista como un signo de debilidad.

Por el contrario, pedir perdón representa respeto, valentía y crecimiento.

Poder asumir nuestros errores y aprender de ellos habla de nuestra evolución como personas.

A continuación te presentaremos, cómo pedir perdón.Reflexión.

El primer paso es pensar cuáles fueron los errores que cometimos, y por qué lo hicimos.

Asumir que cometimos un error es un acto de valentía, pero comienza primero por nosotros.

Posibles soluciones. Piensa cual tendría que haber sido tu forma de reaccionar, la forma en que podrías haber gestionado la situación.

Escuchar y respetar a la otra persona son las claves de una buena comunicación.

No dejes pasar el tiempo.

Si te has dado cuenta de que cometiste un error no esperes demasiado tiempo para poder revertir la situación.

Cuanto antes puedas reconocerlo la situación se solucionará de otra manera.

Actúa. Habla con la persona, dile cuál fue tu error, muéstrate sincero y arrepentido de la situación.

Cuéntale cual hubiese sido la mejor manera de resolver la situación.

Evita las excusas. No trates de ampararte en situaciones externas, quién ha cometido el error eres tú y debes reconocerlo.

Perseverancia. Muchas veces, nuestro error fue demasiado doloroso para la otra persona, por lo cual puede resultar difícil que nos perdone inmediatamente.

Pero no por ello debes bajar los brazos, debes ser perseverante y sincero con tus disculpas.

Aprende de los errores. Debes aprender de los errores, y trata de no repetirlos.

Ejercita la reflexión y la buena comunicación antes de enfrentarte a este tipo de situaciones.