Diente de león (taraxacum officinale), así llamado por la forma entrecortada de sus hojas, es una planta que está distribuida por todos el mundo. Desde hace cientos de años se la considera medicinal, por los muchos beneficios , que ésta aporta a nuestro organismo.

Es una planta con flor que crece todo el año. Mide unos cuarenta centímetros de alto y es también conocida como achicoria amarga. Todos hemos visto alguna vez sus semillas flotando por el aire a las que llamamos panaderos, y la planta es muy fácil de encontrar al costado de los caminos, pastizales, terrenos baldíos o praderas.

Sus hojas son verdes, flor amarilla y las semillas tienen un tono pardusco, que oscila entre el marfil y el marrón oscuro. La planta es comestible por entera. Hojas, raiz. Flor y semillas. Normalmente, florece entre febrero y noviembre, aunque dependiendo del lugar y el año esto suele variar.

Ya en el siglo XVI se recomendaba su uso como astringente y antidiarreico, para el dolor estomacal y para favorecer la menstruación.

Es una planta que induce a la producción de orina, por lo que es ideal para tratar enfermedades donde se necesite eliminar toxinas y agua como la diabetes, urticarias, colesterol alto, hepatitis, etc. Preparar una infusión de cien gramos de raíces por litro y medio de agua. Tres tazas diarias.

Propiedades: tónico, depurativo, diurético, antiescorbútico etc.

Estimula la digestión.
Combate la acidez gástrica.

Aumenta la secreción de bilis, equilibrando el correcto funcionamiento del hígado.
Ayuda en el tratamiento de la obesidad.

Beneficia las funciones renales.

Es un excelente desintoxicante del organismo

Otras aplicaciones (uso humano): Celulitis, astenia, curas primaverales, colesterol, hemorroides, gota, obesidad, gota, malaria, reumatismo, varices etc.

Composición: aceites esenciales, inulina, alcaloides, vitamina B y C, provitamina A etc.

Uso:

Para evitar cálculos renales : Por sus grandes cualidades como planta diurética, es recomendada para tratar problemas relacionados a los riñones y por su alta acción depurativa sirve para las afecciones de la piel e incluso el reumatismo.

Para el hígado : Es muy utilizada para tratar problemas del hígado, puesto que estimula a la secreción de la bilis, la cual ayuda dispersando los ácidos grasos para que los jugos digestivos puedan trabajar con mayor eficiencia.

Estreñimiento y apetito : A la raíz del diente de león se le atribuyen cualidades depurativas especiales para aliviar el hígado, no obstante gracias a su sabor amargo que aumenta la producción de sustancias digestivas, y esto contribuye a tener mayor apetito. Secar y tostar la raíz para reemplazar el café ayuda con los problemas de estreñimiento ligero y otras afecciones digestivas.

Para mantener controlado el ácido úrico es recomendable cocer cinco cucharadas soperas de raíz picada de esta planta en dos tazas de agua, y tomar tres veces al día. Esta misma receta sirve para combatir las amebas

Preparaciones:

Una de sus propiedades más importantes es la diurética, pues se trata de una planta que estimula notablemente la función de los riñones. Su uso como infusión sirve para eliminar líquidos retenidos o bien para eliminar toxinas de la sangre está recomendado y tiene alta eficacia.

El diente de león también puede utilizarse a modo de aperitivo para mejorar el funcionamiento del sistema digestivo antes de cada comida. Picando hojas de diente de león en ensaladas antes de cada comida podrás abrirte el apetito y además asegurar una buena digestión. Además, esta planta se utiliza a modo de laxante, con la ventaja de ser un laxante suave y natural.
Finalmente, la aplicación de esta planta para problemas de la piel también es recomendada. Sus hojas permiten cicatrizar heridas, moretones y llagas. Internamente, las hojas de diente de león permiten tratar las varices y hemorroides, pues sus componentes actúan mejorando la circulación sanguínea.
Los beneficios del diente de león pueden aprovecharse de varias formas. Consumir diente de león en forma de bebida es posible secando las raíces al sol o al horno sin quemarlas, y después tostándolas en sartén, para luego molerlas y preparar la bebida. Como comestible, el consumo de diente de león se realiza en forma de ensaladas herbidas o bocadillos, especialmente con las hojas, aunque también se aprovecha la raíz de la planta.