La cebolleta es una planta perenne que nunca forma bulbos, y con brácteas —como hojas— con fístulas.
En gusto y en olor es muy semejante a la cebolla, y hay híbridos que forman árboles.
La utilización de la cebolleta es tan antigua como la humanidad.
Algunos opinan que apareció en Siberia y que fue introducida en Europa a finales de la Edad Media.
En China se cultiva desde hace más de dos mil años y su éxito en la cocina oriental fue rotundo; a diferencia de Occidente, donde fue aventajado por la cebolla.
Su forma característica es alargada y de poco grosor.
Sus hojas y tallos son prácticamente huecos y más delgados que los del ajo porro.
Su sabor es más dulce y delicado que el de la cebolla.
Por eso, el gusto de los platos se torna más refinado ante la presencia de sus hojas de color verde intenso y buen aroma.
Una vez fresca y lavada, es recomendable aprovechar sólo su parte blanca y tres o cuatro centímetros de su parte verde; el resto debe ser desechado.
Estacionalidad
La siembra se realiza al inicio del otoño. En la cosecha se puede recolectar la planta entera o solamente las hojas.
En el primero de los casos, los tallos bulbosos han llegado a su completa madurez fisiológica (a los 120-150 días).
Esto se hace preferentemente en verano.
En el segundo caso, la recolección de las hojas empieza a los 70-80 días del trasplante.
Se establece un escalonamiento de corte de acuerdo con el desarrollo vegetativo de los renuevos, y con la demanda del mercado.
En este caso, el cultivo se torna bianual, porque la planta madre permanece dentro del suelo por dos años o más, hasta producir nuevos tallos y hojas.
Porción comestible
85 gramos por cada 100 gramos de producto fresco.
Fuente de nutrientes y sustancias no nutritivas Fibra, yodo, vitamina C, flavonoides y compuestos azufrados.
Valoración nutricional
La composición nutricional de este alimento destaca por el aporte de vitamina C (una ración de cebolleta cubre el 20% de las ingestas recomendadas para un hombre y mujer de 20 a 39 años con una actividad física moderada.
En menor proporción se encuentra la vitamina B6.
En relación a los minerales, se resalta su contenido en yodo, y en menores cantidades potasio y hierro.
Por contener agua y un alto contenido en potasio, destaca su eficacia como diurético, y como agente mantenedor del ritmo cardíaco y la presión arterial.
Otras sustancias interesantes presentes en la cebolleta son los flavonoides con propiedades antioxidantes y los compuestos azufrados (responsables del sabor).