Las alubias negras, también conocidas como frijol, poroto o “alubia tortuga”, tal vez por su aparencia ligera, oscura y parecida a una concha. Tienen un sabor parecido al de los champiñones, la alubia negra tiene una textura aterciopelada, a pesar de que mantiene bien su forma cuando es cocinado.

Si las judías (frijoles o porotos) proceden de América, o ya existían en Europa antes de que Colon volviera de sus viajes, es algo que ha suscitado vivas discusiones entre naturalistas e historiadores. Lo que es indiscutible es la gran proporción de vitaminas y proteínas que ellas contienen.

La judía negra es la perfecta aliada de todo el que quiera luchar con la hipertensión, y es que esta legumbrees una de las mejores para regular todos los problemas de tensión y todo lo que esto acarrea. Además de los problemas de hipertensión. Los frijoles negros molidos contienen almidón que se digiere de forma lenta en el organismo, y el azúcar contenido en los almidones ingresa poco a poco a la sangre. Esto evita elevaciones abruptas de los niveles de glicemia o azúcar en la sangre.

Además de esas increíbles propiedades, la judía negra es muy buena para otros aspectos. Al ser buena para la hipertensión, la judía negra también es una gran enemiga de los problemas cardiovasculares, por lo que si tienes alguno encontrarás una gran amiga en la judía negra.

Las legumbres son algo que tenemos que tener siempre en nuestra dieta, sobre todo si queremos tener una alimentación saludable. Dentro de las propiedades más llamativas de la judía negra podemos observar que sirve a la perfección para evitar el estreñimiento.

Es cierto que la judía negra no es la panacea al respecto, pero sí que es verdad que es una gran rival del estreñimiento y de todos los problemas que nos plantea, así que ya sabemos otro método natural para combatir este incómodo malestar.