¿Qué es la terapia craneosacral ?

La Terapia craneosacral es una forma de trabajo corporal suave que tiene sus raíces en la medicina osteopática.

El primer contenido es que la estructura y la función están recíprocamente interrelacionadas. En otras palabras, el modo en que la estructura del cuerpo se mantiene afecta al modo en que funcionamos, y viceversa.

El segundo contenido importante es que el cuerpo es una unidad integrada, tanto en su estado de salud como de disfunción. Esto significa que el cuerpo no se puede dividir, ya que una parte influencia la otra, y hay que considerarlo como una totalidad unificada.

El tercer contenido es que el cuerpo es capaz de autosanarse; en otras palabras: el cuerpo tiene las capacidades innatas de sanarse si se dan las condiciones adecuadas para que los mecanismos de curación se manifiesten.

La terapia craneosacral es una técnica manual suave y profunda basada en el principio de la existencia de una pulsación rítmica sutil que emerge en los tejidos y fluidos del núcleo del cuerpo denominado impulso rítmico craneal. Este impulso puede ser percibido como un movimiento respiratorio sutil en todas las estructuras del sistema craneosacral (encéfalo, meninges, médula espinal, líquido cefalorraquídeo, huesos craneales, vértebras, pelvis y sacro) y se transmite también a todos los órganos y tejidos corporales . La potencia y la calidad en que se transmite este impulso a todo el organismo determina el estado de salud y la vitalidad.

Durante una sesión de terapia craneosacral, el paciente siente el contacto ligero de las manos de la terapeuta entrenada a escuchar los movimientos sutiles del cuerpo, los ritmos, pulsaciones y patrones de congestión y resistencia. Esta escucha proporciona información importante sobre el funcionamiento de la persona y así se pueden identificar las causas y ayudar al cuerpo a encontrar una nueva forma de organizarse.

El terapeuta sintoniza con la sabiduría interna y inteligencia corporal de la persona y sigue las pautas que el organismo le indica que está preparado para llevar a cabo. Además, una parte de este trabajo es la toma de conciencia del propio proceso vital.

Como es una terapia corporal suave y segura, es apropiada para personas de todas las edades, desde niños, abuelos, durante el embarazo o post parto, tras una operación, un accidente o una disfunción crónica. Puede ayudar en el alergias, ansiedad, dolor articular, asma, bronquitis, depresión, estrés, hiperactividad, insomnio, lesiones deportivas, migrañas, neuralgias, problemas digestivos, sinusitis, entre otras dolencias.