¿Qué acontece en nuestro cuerpo cuando damos un mordisco? Se desencadena en el organismo una tormenta de actividad. Todos los aparatos comienzan a actuar y movilizar sus órganos. Esta es, paso a paso, la tarea que ponen en marcha los sistemas de nuestro cuerpo al disfrutar de una simple colación.
En la punta de la lengua
Los sabores
Las papilas gustativas que están en la lengua tienen por función detectar los sabores. En la punta se aprecia lo dulce –el tomate y el pan al deshacerse con la saliva-, a los lados lo ácido y lo salado –el jamón y el queso-, y en la parte posterior lo amargo. En la combinación percibimos una mezcla agridulce con la que disfrutamos de comidas y bebidas.
En la boca
El arte de masticar
Aquí comienza el proceso de digestión. El alimento necesita ser reducido a partículas para que los jugos digestivos actúen con mayor efectividad. El resultado de la masticación es una masa homogénea, el bolo alimenticio, que ya ha comenzado su proceso de fermentación gracias a la saliva provista por las glándulas.
Los dientes
Los ayudantes eficientes
La función de desmenuzar la comida es realizada por los dientes según la tarea que les corresponda realizar. Los incisivos, para cortar; caninos, para desgarrar; y molares y premolares, para moler.
En el estómago
Como una coctelera
El bolo alimenticio tarda en atravesar el esófago entre cinco y diez segundos, e ingresa al estómago, donde es agitado y mezclado con el jugo gástrico que secretan unas glándulas situadas en la pared estomacal. Su finalidad es romper las grandes moléculas de proteínas del queso y el jamón, y convertirlas en otras más sencillas. Allí el alimento permanece entre tres y seis horas.
Intestino delgado
Pronta entrega
Aquí se agregan el jugo pancreático que completa la digestión de proteínas y azúcares, y la bilis que desmenuza las grasas –si el queso no es descremado y el jamón no es magro. Las proteínas se simplifican en aminoácidos, el almidón en glucosa y las grasas en ácidos grasos y glicerina. Estos compuestos ahora pueden atravesar la pared intestinal y se incorporan a la sangre mediante las vellosidades intestinales.
Intestino grueso
Destino final
Las substancias no digeridas pasan al intestino grueso: se absorbe una gran cantidad de agua, y lo que no se aprovecha, avanza hasta llegar al final del trayecto, donde se vierte hacia el exterior convertido en deshechos.
En la sangre
Navegando
Los nutrientes, disueltos en la sangre o flotando en ella, son conducidos hasta las células, que los asimilan.
El segundo cerebro
Un red de neuronas
El Sistema Nervioso Entérico se encarga de funciones autónomas, como los movimientos peristálticos del intestino y la regulación de la secreción biliar y pancreática.
Respiración
Gas a la carta
Paralelamente, el aparato respiratorio trabaja: las células necesitan oxígeno para oxidar los alimentos y así obtener energía.
Las 4 fases de la digestión
-El proceso digestivo comprende cuatro etapas:
Una primera etapa de preparación del alimento, que tiene lugar en la boca.
La segunda etapa es el tratamiento del alimento mediante una serie de acciones físicas y químicas, que se efectúan en el estómago y primera parte del intestino.
En la tercera los componentes útiles y asimilables se separan de los residuos e ingresan en la sangre.
La cuarta fase final, es en la que esos desechos son excretados fuera del cuerpo.
– Todo el proceso de digestión dura entre 16 y 24 horas.
-Es recomendable masticar lentamente para triturar perfectamente los alimentos. Así se estimula la salivación y los procesos digestivos.
Dietas: claves para un mejor funcionamiento corporal
1. El primer paso y fundamental, es que estés convencido de querer seguir una dieta y ser disciplinado.
2. Trata de comer en compañía. Come despacio y mastica bien cada bocado.
3. Prepara los platos de la forma más atractiva posible. Si las porciones te parecen pequeñas, preséntalas en un plato de postre; de este modo parecerán más abundantes.
4. No intentes ocultar que estás a dieta. Continúa con tu vida normal sin encerrarte en casa.
5. Respeta, en la medida de lo posible un horario habitual de comidas.
6. No saltees ninguna comida aunque no sientas apetito, en todo caso reduce la cantidad que ingieres, pero no la omitas.
7. Inicia todas las comidas con una ensalada para saciar con más facilidad el estómago y al centro del apetito que se encuentra en el cerebro.
8. Evita las tentaciones. Si en la oficina, o los chicos en casa comen entre horas cosas dulces, ten a mano una manzana, un yogur o algún otro tentempié que te ayude a resistir.
9. Frente a un ataque de hambre toma primero un vaso de agua y luego uno de jugo natural de frutas.
10. No cedas ante ofrecimientos de alimentos que no están dentro de tu programa, pues puedes estropear lo que hasta entonces hayas conseguido.
11. No te hagas dependiente de la balanza. Pésate solo una vez a la semana para controlar las variaciones.
12. Toma tus medidas periódicamente para comprobar la variación del volumen; esto te animará a seguir. Puedes no haber bajado de peso, pero sí de talle.
13. Comprueba que la ropa va quedándote grande. Ten a mano ese pantalón que tanto te gusta y no te entra, y tómalo como meta.
14. Si te has salido de la dieta en alguna comida del día, sigue igual con el resto del plan diario, no pienses en “retomar mañana”.
15. Piensa a menudo en la alegría de verte en tu peso e imagínate en situaciones que hoy evitas a causa de tu sobrepeso.
Consejos prácticos para mejorar la digestión
Masticar y ensalivar detenidamente los alimentos es el paso más importante, ya que determina que todos los demás escalafones del proceso digestivo se realicen óptimamente.
Evitar las presiones en la zona abdominal, cinturones, fajas o todo aquello que la comprima, así como mantener la espalda recta, para facilitar una buena digestión.
Comer respirando conscientemente y huyendo de imágenes y noticias negativas es garantizarnos más felicidad.
Las comidas copiosas en la que hemos mezclado diferentes tipos de alimentos entre sí sobrecargan los órganos digestivos, por lo que después no es aconsejable hacer la siesta ya que ralentiza el metabolismo y también la digestión, ni ningún esfuerzo físico o intelectual intenso que obligue a la sangre que se encuentra en la zona digestiva a desplazarse hacia otras zonas del cuerpo.
El orden digestivo del metabolismo nos indica que alimentos como el pan, las patatas, el arroz y las pastas (hidratos de carbono), se digieren mejor y más rápidamente si los comemos separados de carne, pescados y otros alimentos proteicos. Y en el caso de consumirlos juntos (pan con queso) que sea en poca cantidad, y sobre todo masticándolos bien para facilitar al máximo la digestión.
este es el centro para asegurar un buen manejo de nuestro cuerpo, gracias.
Tiene sentido. No comer demasiado. Lo contrario es un signo grave de ansiedad. Carencia de un componente que necesita la salud del organismo. Es decir una familia por ser familia no debe comer lo mismo. Debe buscar sus propios elementos.