Existen múltiples infecciones del tracto urinario, sin embargo las más comunes son las infecciones de la vejiga. Cuando la vejiga se inflama es porque hay bacterias y virus.Aunque este tipo de infecciones no son muy graves si son tratadas a tiempo, se debe ir con cuidado. Aquí te proponemos algunas soluciones naturales para tratar este tipo de infecciones.
El té o zumo de arándanos (rojos o negros) es muy eficaz, cuando la infección se produce en las paredes de la uretra. El zumo y el te de arándanos evitan que la bacteria escherchia coli se adhiera a las paredes de esta parte del cuerpo. Beber zumo o te arándanos durante la infección y después de que esta, es muy beneficioso porque reduce el riesgo de que vuelva.
Para preparar te de arándanos, sólo tienes que poner una cucharadita de arándanos en una taza de agua tibia. Dejar reposar durante 10 minutos y beber mientras esté caliente.
Otro remedio a tener en cuenta cuando sufrimos este tipo de infecciones como la cistitis es tomar te de gayuba. La gayuba contiene una concentración muy alta de arbutósido, que cuando se ingiere se metaboliza y aparece la hidroquinona. Es un potente diurético, antiséptico y antiinflamatorio urinario.
Al tomar el te de gayuba debes tener en cuenta una serie de consejos:
-Bebe 2 litros de agua al día para ayudar a eliminar los microorganismos.
-Es recomendable ingerir bicarbonato para alcalinizar la orina y aumentar, así, el efecto antiséptico.
-Durante el tratamiento no ingerir sustancias que puedan acidificar la orina, como sustancias que contengan vitamina C, tales como zumos de naranja, limón, arándano rojo, etc.
-Mantener una buena higiene genito-urinaria.
Preparación del té
Añade una cucharada seca de gayuba sobre una taza de agua caliente. Filtralo y después de 15 minutos, añade 1/2 cucharaditas de bicarbonato de sodio y a beber. La dosis diaria recomendada es de tres o máximo cuatro tazas al día.
Usted no debe beber este té más de 4-5 semanas en un año. El excesivamente largo uso del té de gayuba puede ser perjudicial para el cuerpo y no se recomienda durante el embarazo y la lactancia.