Lo primero que hay que tener en cuenta, es que las encías cura no tiene porque sangrar. Así que si te sangra la encía, es síntoma de que algo no va bien.

Muchas personas piensan que el sangrado de las encías es provocado por el cepillo de dientes.

Erroneamente le atribuyen el problema a las cerdas duras, o que el cepillado lo realizan con demasiada fuerza, pero la realidad es que eso es muy poco probable. Si las encías están curas, ya puedes tener un cepillo de cerdas duras, o cepillarte enérgicamente que no deberían sangrar.

Aunque el sangrado puede ser producido por múltiples causas, la principal causa que lo provoca es una enfermedad de las encías llamada gingivitis. Quizás ya has escuchado hablar de ella en el pasado.

¿Cómo se produce la inflamación de encías?

La gingivitis se produce por la acumulación de placa entre los dientes. La placa es la principal causa de caries dental y, si no se remueve, se convierte en un depósito duro denominado sarro que queda atrapado en la base del diente. La placa y el sarro irritan e inflaman las encías. Los restos de alimentos que quedan entre los dientes, favorecen la proliferación bacteriana. Las bacterias y las toxinas que éstas producen hacen que las encías se infecten, se inflamen y se tornen sensibles.

¿Cuales son los síntomas de la gingivitis?

Es uno de los problemas dentales que suele pasar inadvertida debido a que no causa dolor, pero con los años, esta patología puede convertirse en un grave problema si no se trata a tiempo.
Cuando la gingivitis evoluciona, es cuando se aprecian encías sangrantes, enrojecimiento o inflamación, que suelen ser los primeros signos característicos de la enfermedad de las encías.

la enfermedad puede evolucionar y provocar mal aliento, sensibilidad al frío o calor, retracción de las encías, movilidad de los dientes y si sigue avanzando mas, es frecuente que se terminen perdiendo piezas dentales o aparezcan infecciones importantes.

¿Qué debo hacer para cuidar mis encías?

En primer lugar la correcta higiene dental es fundamental. Si no tienes certeza de si la realizas bien, te recomiendo que acudas al dentista y él te explicará como debes hacerla.
También es importante que vayas al odontólogo para hacerte limpiezas dentales periódicas. Lo ideal es una cada 6 meses, o mínimo una al año. Cuando la placa se convierte en sarro, ya pasa a ser trabajo de profesionales, porque no se remueve con el cepillado e hilo dental.

Puedes utilizar enjuagues bucales antibacterianos que dan buenos resultados. Me parece que hay uno especial para la inflamación de encías, listerine para gingivitis. Pero puedo estar equivocado

Dejar de fumar seria una buena medida preventiva.

Remedios caseros para prevenir la inflamación de encías y el sangrado de encías.

Higiene dental: Lo primero es lo primero. No hay un remedio casero que te solucione el problema si no cepillas tus dientes de forma adecuada y usas el hilo dental. Por otra parte es muy importante que vayas al dentista al menos 1 vez al año para hacerte una limpieza dental. De esa forma mantendrás a raya la placa y el sarro.

Deja de fumar: El tabaco agrava el problema del sangrado de encías. Por otra parte, dejar de fumar siempre va a ser una gran decisión, independientemente de si te sangran las encías o no.

Agua oxigenada: Los enjuagues con agua oxigenada ayudan a detener el sangrado y seguramente notaras un blanqueamiento dental.

Agua salada: Hacer enjuagues con agua salada, además de funcionar como bactericída, ayuda a detener el sangrado. Para prepararlo, diluye una cucharada de sal (preferiblemente gruesa) en un vaso de agua tibia.

Aloe vera: En un post anterior dedicado al aloe, hable de la infinidad de propiedades de esta planta. Entre ellas su poder de cicatrización. Unos masajes con esta planta, sobre tus encías seguramente te darán buenos resultados.

Comer manzanas: De por si comer manzanas es muy saludable porque nos ayuda a regular el colesterol, controla nuestros niveles de azúcar en sangre, protege nuestro corazón, y por si fuera poco, limpia nuestros dientes!

Té verde: Tiene muchos antioxidantes que combaten la acción de los odiosos radicales libres, pero también su poder antiinflamatorio ayuda a prevenir la inflamación de las encías