SENCILLO EJERCICIO DE MEDITACION

Para alcanzar un estado meditativo, debemos relajar el cuerpo, y concentrar la mente en una única cosa, a la cual llamamos objeto de meditación.

Una forma de meditar consiste en tomar como objeto de meditación nuestra respiración. Te propongo el siguiente ejercicio:

1. Relaja tu cuerpo de forma gradual. Comenzando por la cabeza, y descendiendo gradualmente hasta los pies, enfoca tu atención zona por zona unos segundos. Siente cada músculo relajarse. Probablemente sentirás un cosquilleo.

2. Con tu cuerpo ya relajado, concéntrate en tu respiración. Siente el aire entrar por tu nariz. Siéntelo llenar tus pulmones. Observa y siente con intensidad todas las sensaciones involucradas en la respiración.

3. Cuenta tus respiraciones, desde 1 hasta 5. Cuando llegues a cinco, vuelve a comenzar la cuenta desde uno.

4. Si pierdes la concentración, vuelve lo antes posible a concentrarse en tu respiración, y comienza a contar desde uno.

El ejercicio es simple, pero no sencillo. Lo ideal sería conseguir mantenernos unos 15 minutos completamente concentrados en nuestra respiración.

Pruébalo y – salvo que tú seas ya veterano en el arte de meditar – comprobarás como tu mente se apresura a generar pensamientos que desvían la atención, perdiendo la concentración. Si tú eres principiante, probablemente dichas interrupciones no tardarán más que unos segundos en aparecer.

Pero con la práctica y la perseverancia, lograrás ir manteniendo la concentración durante más y más tiempo. Lo ideal es realizar este ejercicio dos veces al día, preferiblemente por la mañana y por la noche, aunque puede ser en cualquier otro momento.