SÍNTOMAS ESPIRITUALES DEL DOLOR DE CUELLO

En el cuello (región cervical) se refleja lo que tenemos en la mente y en el ánimo, dicho de otra forma, es muy reflexógeno de la problemática psíquica. Donde más tortícolis podemos ver es en un examen final, en oposiciones o en un examen para obtener el carnet de conducir.

¿Por qué ocurre esto?
Pues sencillamente porque se ha estado preocupado pensando y temiendo al resultado del examen, lo que ha provocado que hayamos dormido mal y entretanto se nos ha contracturado un músculo del cuello. También los problemas de postura o el frío (tortícolis a frígore) producen una irritación intensa del tejido óseo.

En otras afecciones del cuello con más solera comprueben cómo al girar la cabeza se produce un ruido en su columna cervical como si hubiera arena en el engranaje, aunque este fenómeno no se acompañe de dolor. Por lo tanto un síndrome de la columna cervical puede causar gran variedad de molestias, como son jaquecas, dolor de nuca, dolor que se irradia a los hombros y a los brazos, mareos, trastornos de la audición y la visión, entumecimiento de brazos y dedos con sensación afelpada (acorchamiento).

El dolor de nuca suele llegar hasta el borde superior de los hombros pasando por los omóplatos, provocado por una tensión muscular elevada. Esta tensión muscular continuada (tracción sobre el periostio) de la vértebra cervical, provoca dolor.

Recordemos que la arteria vertebral atraviesa los agujeros de las apófisis transversas cervicales, por consiguiente la migraña es una reacción vascular por compresión de la arteria vertebral, dando lugar a dolor de cabeza. Por ello es muy conveniente sacar la cabeza de la cama con los ojos mirando hacia el suelo como si buscáramos algo debajo de la misma, mientras que el resto de nuestro cuerpo queda encima.

Las cataplasmas húmedas sobre ojos, frente y nuca mejorarán el cuadro doloroso. Masajes circulares en la frente, sienes y cuero cabelludo, ayudándose con digitopuntura en frente y sienes, aliviarán considerablemente su dolor. Frotar con hielo las inserciones doloridas de los músculos en las tuberosidades occipitales descongestionará su cuello.

En definitiva, deberá comenzar tomando una sauna, para que a continuación su fisioterapeuta le traccione el cuello. Una vez concluida dicha tracción recibirá un masaje desde la protuberancia occipital hasta la zona dorsal. Evidentemente estas medidas no son caseras, ahora bien, usted puede adoptar cualquier método de relajación de los anteriormente descritos en este manual y que algún familiar le presione en el occipucio hasta la frente, pasando por las sienes.

En el supuesto de que estas maniobras no le solventaran su cuadro doloroso, evidentemente tendrá que acudir a un profesional. Otra alternativa a la sauna sería tomar un baño caliente a no más de 37º sin exceder de 15 minutos con las siguientes plantas: passiflora, harpagofito, árnica y ciprés.

Los músculos de la nuca se relajan perfectamente colocando sobre ella un saquito de pasto de miel (se venden en herboristerías).

Sepa que debe corregir movimientos que cada día le perjudican. Revise el mobiliario del lugar de trabajo (mesa excesivamente baja, silla excesivamente alta). En el supuesto de que conduzca diariamente mucho tiempo, coloque su cabeza, brazos y piernas correctamente. En cualquier caso revise sus posturas durante su jornada laboral, e incluso el sofá desde el que ve tanta televisión.

En determinados casos la jaqueca no cede a ningún tratamiento y no corresponde con ningún diagnóstico. Pruebe a hacer lo siguiente: introduzca por vía rectal unos 750 cc de café. Soporte durante 8 minutos en su intestino dicha infusión, tiempo necesario para que abra el esfínter de Oddi y de esta forma salgan toxinas hepáticas responsables de la cefalea.