Somos seres espirituales teniendo una experiencia material

“Este mundo no es nuestro verdadero hogar, sino este es un mundo material que nosotros estamos aquí temporalmente por alguna razón, y existe una variedad muy grande de sistemas planetarios que están divididos en tres grandes grupos: Superiores, Intermedios e Inferiores, nosotros pertenecemos a los sistemas planetarios intermedios, pero por encima de todo esto está el mundo espiritual donde deberemos llegar. No somos este cuerpo material, este cuerpo es un vehículo que tenemos que utilizar apropiadamente, pero tenemos la potestad de utilizarlo para bien o para mal y que esta vida es una preparación para la siguiente que puede ser material o espiritual de acuerdo a lo que cultivemos en esta vida.

Somos seres espirituales que habitamos un cuerpo humano.

No somos nuestro cuerpo, lo usamos, necesitamos cuidarlo y darle mantenimiento.

No somos tampoco nuestras emociones o nuestros pensamientos, nosotros los creamos usando nuestra mente y nuestro cuerpo.

Somos consciencia, energía pura, sintonizada para habitar un cuerpo hecho de energía pura también. La diferencia es que las partículas de nuestro cuerpo vibran a una velocidad que les permite crear solidez y nuestra consciencia vibra a otra velocidad que le permite hacer otras cosas como recibir y emanar energía más de allá de los límites del cuerpo.

Vamos por partes.

No somos nuestro cuerpo: No, no eres tu dedo, ni tu páncreas, ni tu piel; habitas tu cuerpo, formado por diversos elementos que reaccionan a ti habitando ese maravilloso estuche o biocomputadora.

Necesitas cuidarlo para que tu viaje en la Tierra con tu cuerpo como vehículo sea de la mayor calidad posible. Piensa esto: hoy percibes tu vida, tu experiencia humana a través de las facultades sensoriales de tu cuerpo como tu vista, olfato, oído, tacto, gusto, y a través de tus facultades mentales como pensamientos y emociones. Si una de esas facultades se daña, afecta y condiciona directamente tu experiencia del mundo y de ti. Dentro de esa idea no hay tal cosa como «la carne es un obstáculo para la ilumnación espiritual» » El cuerpo es una prisión sensorial», así que a mí me acomoda muy bien.

No somos tampoco nuestras emociones o nuestros pensamientos: Tu cerebro no piensa por sí sólo, tú piensas con tu cerebro. Si no hay una consciencia que lo use, el cerebro «no furula», las emociones las creamos a partir de la información que procesamos y el significado que le damos a esa información con nuestro cerebro, corazón y cuerpo completo, pero no somos esa cadena eterna de pensamientos ni el cúmulo de reacciones químicas y sensaciones que son nuestras emociones. Nosotros las creamos y las experimentamos.

¡Mierda! ¿En serio yo creo mis emociones? Sí. Ya lo trataré a profundidad en otro post, pero sí, de momento te puedo decir que tú creas tus emociones según dónde pones tu enfoque y del significado que le das a lo que sucede en tu vida a través de tu sistema de pensamiento, tus creencias y tu subconsciente.

Entonces, ¿qué somos? ¿Qué soy? ¿Quién soy? Esas preguntas llevan siglos con nosotros y hemos creado miles de respuestas diferentes para ellas. No me atrevería a definir quién eres tú. Mi propia definición de qué soy y quién soy es maleable, flexible y dinámica, pero te la puedo compartir. Hoy creo que soy energía pura, teniendo una experiencia individualizada habitando en un cuerpo humano en la Tierra. Soy el Universo entero, Soy Diosa, Soy Dios, Soy el Tao, Soy Vacuidad, Soy el Campo Cuántico, Soy Akasha, Soy Indra, SOY.

Y tengo la certeza, en cada una de mis células, de que tú ERES igual a mí.

Pero la respuesta a esas preguntas en tu línea de vida, dentro de tu cuerpo y tu energía infinita, la tienes tú y ésa es la que vale «salir a buscar» a los confines del sistema solar o a los confines internos de tu ser.

Que tu vida esté llena de amor, belleza y gratitud.

Nos leemos pronto queridas bolitas de luz.