TERAPIA NEURAL

¿Qué es la Terapia Natural? – 1ª Parte

La Terapia Natural es un tratamiento que, esencialmente, busca que el organismo repare procesos patológicos a través pequeños estímulos provocados por la aplicación de procaína. Hay muchas formas diferentes de interpretar y explicar los fenómenos que tienen que ver con la bioenergía humana y los procesos de salud–disfunción. Un ejemplo de esto es la milenaria teoría que sustenta los principios de la medicina china, Desde es entonces ya se veía a la persona como un todo, interpretándose a las disfunciónes como un desequilibrio bioenergético.

La Terapia Natural es una terapia biorreguladora a través de un principio de estímulo y reacción. El estímulo es una pequeña aplicación de un anestésico local llamado procaína, que se coloca en diluciones bajas y en micro dosis en puntos específicos, prácticamente no hay efecto anestésico en esta aplicación, pero sí un efecto terapéutico que se mantiene en el tiempo.

Hay una inmensa red en nuestro cuerpo formada por el sistema nervioso, endócrino e inmunológico que trabaja coordinadamente, comunicándose mediante un gran número de neurotransmisores, hormonas, citoquinas y todo tipo de mensajeros. No hay célula de nuestro cuerpo que esté ajena de esta red. Todas trabajan con una gran coordinación e intercambiando información entre sí.

El “maestro de orquesta” de todo este gran movimiento es el sistema nervioso vegetativo (SNV), compuesto por los sistemas simpático y parasimpático. El SNV constantemente recoge información de cómo está funcionando cada parte de nuestro organismo y también recibe información de lo que percibimos sobre lo que pasa a nuestro alrededor, con sus circuitos reguladores humorales, hormonales, neurales y celulares, toma parte en todas las reacciones del organismo y participa también de los procesos mentales y emocionales.

Cuando el SNV se encuentra con una información que considera que no es la esperada pone en marcha una serie de mecanismos para modificar esa situación permitiendo que el cuerpo se autorregule y así adaptarse a nuevas situaciones.

El SNV es el responsable de que se activen los mecanismos que tienen que ver con el estrés, y con todas las disfunciónes relacionadas al estrés (trastornos de ansiedad, ataque de pánico, síndrome de fatiga crónica, algunos tipos de asma, úlceras, etc.).

Bajo determinadas situaciones el SNV puede ser alterado o irritado al recibir una información no esperada. Acá es donde aparece lo que en la teoría de la Terapia Neural se llama campo interferente: Cualquier infección, inflamación, traumatismo, cicatriz, afección odontológica, etc. padecida en cualquier parte del organismo, así como afecciones psíquicas estresantes, puede actuar como Campo Interferente. Así podemos entender cómo a partir de una intervención quirúrgica pueden aparecer “disfunciónes que aparentemente no están relacionadas con esa operación” como alergias, migrañas, dolores o estreñimiento. Los campos interferentes se instalan dentro del cuerpo y en las células como parte de la memoria biológica, perpetuando así el desequilibrio que generan.

Una célula en condiciones normales para realizar sus funciones vitales y de intercambio con el medio que la rodea necesita producir una energía que varía entre 40 y 90 milivoltios según el tipo de célula. Cada una funciona como una pequeña batería con la capacidad de recargarse constantemente para seguir funcionando. En una zona donde existe un campo interferente las células se encuentran bajo un estrés que les impide recargarse de manera correcta, quedan en un estado de despolarización y por tanto las funciones vegetativas se encuentran paralizadas al interrumpirse el suministro de energía.

Este bloqueo energético es reparado por la Terapia Neural al aplicar la procaína, que tiene un alto potencial eléctrico de 290 milivoltios que al ser aplicados en una microdosis sobre el campo interferente produce un estímulo energético sobre las células, permitiendo que se repolaricen y se estabilicen los potenciales de membrana y recuperando así la función interferida y permitiendo que el organismo reorganice las funciones vegetativas. En la Terapia Neural una aplicación local, en un solo punto siempre tiene un efecto global y biorregulador.

Huneke, el fundador de la Terapia Neural resumió su enseñanza en tres fases fundamentales:

1. Cada disfunción crónica puede deberse a campos interferentes.
2. Cada lugar del cuerpo puede convertirse en campo interferente.
3. La inyección de procaína en el campo de interferencia culpable, cura las disfunciónes generadas por éste.

En qué casos sirve la Terapia Neural

La finalidad de la Terapia Neural es facilitar los mecanismos de autocuración del organismo enfermo, y como terapia reguladora, lo hace para que él busque su propio orden individual. El campo de aplicación es muy amplio:

en dolores agudos y crónicos.
para combatir los efectos de inflamaciones.
en problemas circulatorios y de tensión o rigidez muscular.
para combatir disfunciónes crónicas ocasionadas por campos interferentes.
en toda patología en donde haya una alteración funcional del sistema nervioso, endócrino o inmune.
una especialidad de la Terapia Neural son las disfunciónes del aparato locomotor.

No hay forma de saber de antemano si una disfunción es debida a un campo interferente, y cuál de todos los campos interferentes presentes en una persona es el responsable del desequilibrio, muchas veces la disfunción es el resultado del efecto combinado de varios campos interferentes. La única forma de resolver esta cuestión es que el propio cuerpo nos diga: si realizamos una aplicación en una cicatriz y vemos que se produce un cambio favorable, que disminuye o desaparece el síntoma, nos queda claro que la cicatriz esta interfiriendo al SNV.

Continuará…

Dr. Daniel Gabioud Almirón