Conozcamos hoy uno de los mejores secretos de belleza del mundo asiático para que nuestra piel se vea tersa y elástica, con un precioso tono de vida. Hay varios entre ellos, pero hoy destacamos el uso del polvo de perlas.

Lo principal es empezar por cuidar nuestra alimentación tal como hacen las japonesas, y es que una alimentación a base de pescados es uno de los pilares fundamentales para mantener su famosa piel de porcelana.

Comen alimentos ricos en ácidos nucleicos, como hígados, hongos, miel, gínseng, y levadura con el objetivo de reducir las arrugas desde dentro hacia fuera.

Para asegurarse una buena digestión, beben líquidos calientes durante las comidas, nunca fríos. Esto es debido a que las bebidas frías solidifican las grasas de las comidas y hacen que las digestiones sean más pesadas, por lo que es más difícil disolver las grasas.

Los tés verdes y blancos son también parte de su dieta, pues sabemos que estos son altamente favorecedores para limpiar nuestro organismo, y un organismo limpio aporta mucha belleza en la piel.

Otra de las rutinas que mantienen es proteger su piel del sol usando cremas con un alto factor de protección solar, aplicándolas de una manera más que especial para asegurar la penetración del producto, sellándolo en la piel: ponen la crema en la palma de sus manos para calentarla un poco primero, y después ponen las manos sobre el rostro de una manera envolvente, presionando suavemente.

En su rutina, las japonesas usan un limpiador para retirar el maquillaje, y luego otro para eliminar el limpiador anterior, siempre con suaves masajes faciales. Entre sus productos cuentan también con aceites limpiadores para que la limpieza de los restos de maquillaje no reseque sus delicadas pieles.

Preparan su piel para aplicar tratamientos mediante el Otefuki, que es la practica de calentar una toalla con vapores de agua y aceites aromáticos, como sándalo, romero o lavanda. Esto hace que los poros se abran.

Como colofón y truco definitivo, usan polvo de perlas para que su piel se mantenga con aspecto saludable. Este polvo renueva nuestra piel debido al alto contenido de aminoácidos y minerales. Es un producto caro si lo queremos comprar, y además tenemos que confiar plenamente en que nos están vendiendo polvo de perlas auténticas, pero también podemos prepararlo naturalmente en casa si disponemos de:
– un mortero de cerámica
– perlas
– papel vegetal (el que se usa para el horno)

Se coge una perla (es muy complicado moler más de una al mismo tiempo) y se machaca en el mortero hasta convertirla en un fino polvo y resérvalo en el papel vegetal. Repite con cuantas perlas quieras (o tengas).

Para usar este polvo de perlas, puede hacer la siguiente receta:
– 1 clara de huevo
– 1 o 2 cucharadas de café de polvo de perla
– un poco de agua templada

Mezcla los productos y aplica directamente en la piel dejando actuar unos 15 minutos, enjuagando después con agua tibia. Repite dos veces a la semana.

Es también conocida la importancia que se da a los masajes en el mundo oriental, no solo faciales, sino que también se hace especial hincapié en hidratar con masajes manos y pies con cremas hechas a base de manzanilla o hierbabuena. Estos masajes son beneficiosos para el resto del cuerpo, pues en las manos y los pies se encuentran puntos claves de la acupuntura.

Para el cuidado de su cabello, que siempre luce brillante y sedoso, utilizan aceite de nuez de camelia. Este aceite estimula el crecimiento y es un potente acondicionador, no solo para el pelo, también para la piel de todo el cuerpo.