Si no consigues tranquilizarte, al menos lograrás evitar parecer insegura. Para seducir es primordial estar segura de ti misma y parecerlo. Una dosis de autoconfianza: Cuando te sientas desfallecer, sigue estos puntos mentalmente y relájate.

– Sonríe. La sonrisa te hace aparentar seguridad y, además, crea buen ambiente.

– Mantente erguida, no te desplomes como un saco. Si te tienes que sentar hazlo lentamente.

– No dejes que los demás estén de pie, mientras tú estás sentada. Que estén por encima de tu cabeza es una posición de poder para ellos y puede ponerte más nerviosa. Al contrario, intenta ser tú la que se ponga de pie cuando tienes que decir algo difícil o tienes que hacer una llamada de teléfono complicada.

– No te sitúes nunca de espaldas a la puerta.

– Ralentiza tus movimientos. Cuando estamos nerviosos, tendemos a hablar más deprisa y a movernos atropelladamente. Evítalo.

– Respira hondo antes de hablar. Pero procura que no te vean suspirando.

– Respira con normalidad. No contengas la respiración porque tu voz saldrá quebrada.

– Habla despacio y en voz alta. No dejes que salgan los tonos más agudos de tu voz porque parecerás una ratilla asustada.

– Repítete a ti misma: puedo hacerlo. Siente tu fuerza. Ten presentes tus cualidades y no dejes que tus defectos o, sobre todo, tus inseguridades ganen la batalla.

– Tómate tu tiempo para decidir. Nunca des una respuesta inmediata a una propuesta, sea del tipo que sea, pide un día y piénsalo bien. Si accedes inmediatamente puede que superficialmente des la impresión de seguridad, pero de la otra forma, podrás meditar tus decisiones y, a la larga, darás una mayor impresión de seguridad.

La mayoría de las veces que digo a alguien:

«mañana te contestaré» con una gran sonrisa, veo como su cara se descompone.

Y, además de sentir un gran placer, también sé que estoy a punto de conseguir lo que quiero en los términos que quiero.

– Si no te encuentras a gusto, puedes usar un pequeño truco: pensar que eres un personaje repleto de seguridad en sí mismo de una obra de teatro y actuar ante tu público como tal.

– Si fallas, reconoce que te has equivocado con sinceridad y no hagas un drama de ello.

– Si te caes, vuélvete a levantar e inténtalo de nuevo.

SE MALA
Extracto del libro de alicia misrahi