Esto es una clase practica de como extraer la pulpa de una hoja de áloe vera y poderlo aplicar en el cuerpo o tomarlo.

Para eso necesitaremos:

1 hoja bastante grande de Áloe Vera. Para extraer una buena cantidad de pulpa.
Un plato.
Un cuchillo bien afilado.
Un escurridor.

Nos pondremos cerca de la pica de la cocina, para poder lavar la pulpa una vez extraída.

Una batidora.
Un vaso de batidora.

Comenzamos con el proceso:

Podemos cortar un trozo de hoja.

Le quitamos las espinas de los lados.

Cortamos la piel con cuidado, lo mas cerca de la piel posible.

Cortamos los dos lados de la piel y dejamos solo el gel o pulpa.

Quedara el gel o pulpa de color blanco y lo vamos a tratar como cualquier otro alimento de nuestra cocina.

Lo lavamos poniéndolo en el escurridor y dejando que le pase bien el agua.

¿porque lavarlo?

Por la Aloína. La aloína es una sustancia anaranjada que esta entre la piel y la pulpa del áloe vera.

Si no lo lavamos bien, la aloína hará un efecto laxante que quizás no deseamos.

El resultado final será una pulpa de color blanco, incolora e insípida.

La cortamos a trocitos.

La ponemos en el vaso de la batidora y la batimos.

La textura de la pulpa cuando se bate se convierte en un gel o gelatina.

Cuando tenemos batido durante unos minutos la pulpa, se hará un gel espeso y perfecto, de color blanco.

Si queda muy liquido es señal de que es un áloe vera de baja calidad.

Este gel tal y como esta lo podemos aplicar en el cuerpo, en cualquier parte que nos haga falta,

desde la cabeza hasta los pies. Es buenísimo para todo.

Las aplicaciones mas comunes pueden ser:

A nivel externo en heridas, quemaduras, etc…

A nivel interno una cucharada diluida en un vaso de agua o zumo, para restablecer el sistema digestivo.

A tener en cuenta:

el gel de áloe vera tiene que quedar de color blanco puro.

Si tiene un color verde o rojo, no es puro.

Un truco:

Si quieres conservarlo durante un día mas en la nevera, añádele unas gotitas de limón.