Las personas que se esconden tras una coraza, «pasean por la vida con escudo protector y espada» porque en el fondo son extremadamente sensibles, necesitan construir una fachada invulnerable para protegerse, así suelen dar una apariencia hostil y fuerte, para evitar que nada ni nadie consiga dañarlos y dominarlos nuevamente, tal y como les sucedió previamente con la experiencia que les traumatizó.
«Prefiero sufrir una injusticia antes que cometerla» dijo Sócrates y no obstante suele ser ésta, sufrir una injusticia, la motivación oculta que lleva a algunas personas a pasar por la vida detrás de una coraza.
¿Qué sucedió para construir la coraza?
Tal vez algún suceso cuando eran niños vulnerables e indefensos, abusos en la escuela, maltratos de padres, amigos, familiares o extraños, tal vez simplemente la fin de un ciclo de un ser querido, un familiar, amigo o mascota, la separación de los padres, una convivencia difícil en el hogar, burlas continuadas…..
En realidad poco importa la causa, lo crucial es realmente como vivió el suceso la persona afectada, como una tragedia, una injusticia violenta, amenazadora, terrorífica,……
De esta situación se produce la herida causante de su delicada vulnerabilidad que conduce al individuo a ir construyendo una coraza, a levantar un muro divisorio con «el mundo que le rodea» que impida el sufrimiento.
Así se forja un individuo que vive a la defensiva, un adulto controlador, dominante,
hiperreactivo, desafiante, intimidante que se muestra agresivo y se mete en conflictos.
Problemas que se derivan de vivir tras una coraza
Son personas que tienden a responsabilizar a otros por el sufrimiento que sienten.
Se sienten legitimados para infringir castigo a los que consideran agresores.
Son vengativos, crueles.
Sienten culpabilidad por hacer también sufrir a otros.
¿Qué puede hacerse?
Para sufrir hay que consentir
Aunque los demás hagan cosas que nos perjudiquen de alguna manera, es nuestra interpretación de los hechos la que nos puede causar sufrimiento, por lo tanto depende mucho de nuestra percepción.
Cultive su personalidad
Aprender a responder a las agresiones de forma positiva.
Liberarse de culpas
Reconocer que quien agrede emocionalmente y ningunea, es simplemente otra víctima de sí mismo.
Se pueden causar daño físico y/o emocional a sí mismos.
Aceptar la vulnerabilidad del ser humano
La fortaleza del ser humano radica en la aceptación de uno mismo, tal y como es, cultivando la libertad y la inocencia del alma.